Festival de la Opera de Madrid se celebrará en el Mes de abril

El director general de Música, Jesús Aguirre, ha reunido a la prensa para darles cuenta de las actividades operísticas organizadas en Madrid durante el primer semestre de 1978. Lo anunciado no es, ni lo pretende, solución al problemático estado de la cuestión. Sí revela una voluntad de hacer, un deseo de extender, digno de tenerse en cuenta.

Aprovechando los miércoles libres en el teatro de la Zarzuela, subirán a él dos formaciones de distinto signo: la de los alumnos de la Escuela Superior de Canto (Los cuentos de Hoffmann y Las bodas de Fígaro) y la Compañía Española de Opera Popular (Don Juan y La boheme). Directores de las dos primeras obras: Odón Alonso y José María Franco-Gil. Nombres principales en los repartos de la Compañía popular: Carmen Bustamante, Paloma Pérez Iñigo, Ana de Guanarteme, Angeles Chamorro, Antonio Blancas, Julián Molina, Evelio Esteve, Julio Catania. Precios: 350 pesetas, butaca.Se asegura la celebración de la decimoquinta edición, a partir del 21 de abril, con tres representaciones de cada título, la última de las cuales, tendrá carácter popular. Títulos: Manón Lescaut, Norma, Simón Bocanegra, Trovador y Crepúsculo de los dioses, con repartos en los que figuran, entre otros, los nombres de Montserrat Caballé, Katia Ricciarelli, Martina Arroyo, Eva Marton, Fiorenza Cossotto, Plácido Domingo, Pedro Lavirgen, Dimitri Petkov, Mateo Manguerra, Francisco Ortiz, aparte de los especialistas wagnerianos. Directores: Ros Marbá, García Asensio, Armando Gatto, Lubomir Romansky.

Además, siguiendo un hábito establecido desde hace varios Festivales, nos visitará una formación extranjera, en este caso la de la ópera búlgara de Varna, para representar Boris Gudonov, El gallo de oro, El príncipe Igor y Lud Gidia, del compositor búlgaro Tadjiev. No se ha decidido título español para el XV Festival y, aunque el tiempo apremia, se me ocurre una posible reposición de «El Avapiés», de C. del Campo y Barrios, ya que 1978 es año del centenario del primero. Esta obra se estrenó en el Real, en 1919, y de ella se dieron cinco representaciones. Subirá en su Historia del Teatro Real elogia la partitura goyesca de la obra, dirigida, entonces, por Arbós y protagonizada por María Gay, Ofelia Nieto y Antonio Cortis.

Otro tema: lo contemporáneo. Existe un repertorio más o menos avanzado, pero actual, del que aquí se desconoce prácticamente todo. Hay obras de Werner Henze no demasiado difíciles de montaje. Está, también -aunque no se trate estrictamente de una ópera-, «La peste», de Camus y Gerhard. ¿No cabría el intento? Jesús Aguirre habló de encargos a compositores españoles para más adelante, lo que no sólo es conveniente, sino necesario. Pero no debe pasar en lo operístico lo que ya sucedió en lo sinfónico: los españoles tuvieron que arrostrar no sólo la responsabilidad de sus novedades, sino la de todas aquellas que se desconocían y tras de cuya huella fueron los nuestros. Por otra parte, la ampliación -o formación- de un público ha de hacerse desde un enfoque ambicioso y totalizador: desde Cavalli y Monteverdi hasta hoy mismo. De cualquier manera, como decían nuestras abuelas, principio requieren las cosas. Cuanto ha anunciado Jesús Aguirre debemos tomarlo como aviso -modesto si se quiere- de que va a llegar ese principio.