Babcock, pendiente de acuerdo entre accionistas, trabajadores, financieros y Administración
El tema de Babcock Wilcox ha entrado por vías novedosas de solución que pretenden facilitar la adopción de un plan de reestructuración que tendrá que hacerse a costa de todos los protagonistas de la empresa. La posible solución de Babcock pasará por una especie de nueva acción concertada a cuatro bandas, con compromisos firmes y cargas para todos los protagonistas.
Las bandas en esta ocasión están representadas por los accionistas de la compañía, por sus trabajadores, por la Administración y por los financieros de la sociedad que participan en el capital de la misma y en su negocio bancario.La primera escena de esta nueva acción concertada a cuatro se produjo la semana pasada, cuando la Administración consiguió de un grupo de bancos la aportación de 1.300 millones a Babcock, con objeto de que la sociedad pueda pagar los salarios atrasados (cuatro pagas) a sus 5.000 empleados. El Banco de Vizcaya, accionista importante de Babcock, aporta buena parte del crédito. Participan también con cantidad es menores Banesto, Central, Hispano, Popular, Exterior y las dos cajas de ahorro vizcaínas. La incorporación del Bilbao a este grupo parece probable, aunque no segura. Babcock era prácticamente la única gran empresa vasca fuera de la órbita de Bilbao, con quien no tenía ni relaciones bancarias.
Cubierto el pago de la nómina de los trabajadores, los compromisos posteriores para llegar a un acuerdo o concierto que permita superar la crisis serán negociadas en los próximos días, y se plantean, según ha podido saber EL PAIS, en los siguientes términos:
Administración
La Administración estaría dispuesta a conceder ayudas financieras vía crédito oficial o incluso Banco de España, a través de banca privada, con objeto de apoyar la recuperación de la empresa. Esta, a cambio, tendría que adoptar compromisos de exportación, desarrollo tecnológico, política laboral, etcétera, que justificaran la ayuda oficial.
Capital
Los accionistas tendrían que realizar nuevos desembolsos de capital, se habla de mil millones, con objeto de apoyar financieramente a la empresa y dotarla de una parte de los recursos que necesita. Al mismo tiempo se tendría que modificar la actual gerencia.
Financieros
La banca se comprometería a ayudar a la empresa con líneas de descuento. Esta ayuda, prácticamente se ha materializado a través del crédito concedido para abonar la nómina atrasada.
Trabajadores
Finalmente, los trabajadores tendrían que aceptar la reducción de plantilla que parece inevitable si se pretende situar a la sociedad en precios competitivos. Queda por negociar las condiciones de esta reducción de plantilla, estimada en un 20 %. Se pretende que las personas afectadas pasen a cobrar el desempleo y cuenten con preferencias de nuevo empleo a medida que Babcock se recupere de la situación actual.
Estos acuerdos estarían, en alguna medida, vinculados al programa de reestructuración del sector de bienes de equipo que prepara el Gobierno.
En medios financieros se estima que este pacto a cuatro bandas resulta un fenómeno nuevo, que no está acorde exactamente con la filosofía del Gobierno de defender e implantar la economía de mercado. No obstante, y señalando el carácter de excepcionalidad, no repetible, un grupo de bancos ha estado de acuerdo en el concierto a cuatro, siempre que se respeten escrupulosamente los puntos del acuerdo.
Por parte de la Administración se mantienen dos posiciones no contrastadas suficientemente. Hacienda defiende la no intervención en las empresas en crisis con crédito oficial. Industria, por el contrario, insiste en la necesidad de evitar la ruina de sectores productivos con posibilidades de desarrollo futuro, y por ello preconiza una acción de apoyo financiero y de formulación de planes de reestructuración, en cuya elaboración participen expertos, empresarios y trabajadores.
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