La abolición universal de la pena de muerte, primer objetivo de Amnistía Internacional
El compromiso de trabajar por la abolición universal de la pena de muerte y la condena a cualquier forma de ejecución cometida o consentida por los Gobiernos son algunas de las principales conclusiones adoptadas por los participantes de la conferencia de Amnistía Internacional celebrada estos días pasados en Estocolmo.A la mencionada conferencia asistieron, en representación española, la delegada de Amnistía Internacional, Silvia Escobar, y dos miembros de la Asociación contra la Pena de Muerte, María Asunción Milá, secretaria de la asociación, y Manuel Salinas.
En la conferencia, que contó con la participación de más de doscientos delegados de Asia, Africa, Europa, Oriente Medio, Norte y Suramérica y la región del Caribe, se pudo de manifiesto que «la pena de muerte es el más cruel, inhumano y degradante castigo que se usa como instrumento de represión contra la oposición racial, étnica, religiosa y los grupos marginados». Por tanto, se acordó exigir de las Naciones Unidas una declaración sin ambigüedades de que la pena de muerte es contraria del Derecho Internacional.
Las ponencias de la conferencia estaban basadas en diversos seminarios que previamente se elaboraron en cada país y en el trabajo de los seis grupos que allí se constituyeron. Uno de ellos abordaba la relación pena de muerte- opinión pública, y se demostró estadísticamente que en países como Francia, Alemania Federal, Inglaterra e Italia se aprecia que aproximadamente un 70 % de la población es favorable a las ejecuciones. Esto es, debido, según los especialistas de la: conferencia, a que mientras las personas e instituciones de prestigio moral (Gobierno, Iglesia, etcétera... ) no se declaren rotundamente en contra de la pena capital, la población seguirá teniendo fe en la violencia y la «justificará», en cierta manera, creyendo que es un mal necesario.
Otro de los grupos de trabajo, el que trató sobre Pena de muerte y discriminación, puso de manifiesto que en Estados Unidos el 55 % de los ejecutados son negros, el 15 % blancos y el resto portorriqueños y suramericanos. En Suráfrica se puede decir que prácticamente todas las ejecuciones son con gente de color, cuyos motivos son, en muchos casos, simples delitos contra la propiedad.
La ponencia Pena de muerte y Derecho Internacional evidenció que en Europa occidental sólo tres países la mantienen vigente: Francia, Grecia y España. La de Pena de muerte e individuo estudió el comportamiento de todos los implicados en el proceso: jueces, abogados, Gobierno, familiares, testigos y víctima. Como alternativa, Amnistía Internacional plantea no castigar al culpable, sino rehabilitarle como individuo e integrarle de nuevo en la sociedad.
Un último aspecto abordado en la conferencia se refirió a los crímenes cometidos o tolerados por los Gobiernos, y se analizó la figura del «desaparecido», tan usual en países de regímenes dictatoriales.
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