Los partidos políticos portugueses aceleran sus contactos
Con el regreso de Bonn ayer tarde del presidente portugués Ramalho Eanes, la resolución de la crisis política entra en una nueva fase. «Hay que acabar antes de Navidad», aseguran en los pasillos los «hombres generalmente bien informados». De hecho, se nota una aceleración del movimiento político. En este sentido hay una gran actividad «oficial» entre las sedes de lo! partidos y la Presidencia de la República, con declaraciones públicas poco clarificadoras y terriblemente monótonas. Paralelamente se lleva a cabo un movimiento «privado», tal vez mucho más productivo: los dirigentes políticos portugueses almuerzan y cenan mucho juntos estos días, con marcada preferencia para lugares muy frecuentados.A nivel «oficial», los partidos representados en el Parlamento han entregado ayer sus propuestas políticas relativas a la solución de la crisis a la Presidencia de la República. Una vez llegado de Bonn, el presidente Eanes va a examinar estos documentos y, probablemente, llamará otra vez a los dirigentes de los partidos al palacio de Belem para una nueva tanda de consultas.
El miércoles el Centro Democrático y Social (CDS), después del Partido Comunista portugués (PCP), había aceptado la propuesta socialista de contactos bilaterales. La delegación del CDS ha sido recibida la primera, en la tarde de ayer, en la sede central del Partido Socialista. Horas más tarde era recibida la delegación del Partido Comunista, encabezada por su secretario general, Alvaro Cunhal.
«Han sido contactos informales -precisó el vicepresidente del CDS, Adelino Amaro da Costa-, ya que no está definida la metodología para la constitución del Gobierno.» El vicepresidente del CDS señaló que la negociación de fondo debe seguir pasando por la Presidencia de la República. Sin embargo, los contactos entre los partidos van a continuar.
Mientras tanto, los socialdemócratas, que parecían mantenerse en su posición de rechazo de cualquier contacto con el PS, anunciaron ayer un encuentro entre ambas formaciones.
El acontecimiento político ha sido, sin embargo, el mitin organizado por el Partido Comunista ayer en Lisboa. Miles de militantes comunistas, particularmente entusiastas, participaron en el mismo. No parece, pues, confirmarse el análisis de Sousa Franco, según el cual la decisión de la dirección del PCP de hacer caer al Gobierno socialista iba a provocar una crisis en su base, temerosa de que al Gobierno socialista suceda «otro, más a la derecha».
Por los comentarios que oímos de los militantes presentes, éstos tienen clara conciencia de que el poder de negociación del PCP sale reforzado de la crisis.
