Los partídos vascos, decididos a movilizar Euskadi para urgir la preautonomía

Todos los parlamentarios vascos consultados por EL PAIS, incluidos dos de UCD, coinciden en reconocer que si el Gobierno se vuelve atrás de lo pactado con Clavero Arévalo sobre el régimen preautonómico de Euskadi no les queda otro recurso que las movilizaciones de masas, con todos los riesgos que comportan y pese a las normas restrictivas aprobadas en reciente Consejo de Ministros.

El problema sigue siendo Navarra. Parece ser que el presidente Suárez es partidario de que la incorporación de este territorio quede supeditada al mecanismo que marque la Constitución. Esto equivaldría a que Navarra quedara, de hecho, al margen de Euskadi en esta fase preautonómica.La noticia de que el Gobierno no acepta el texto preautonómico, servida con alarde tipográfico en su primera página por El Correo Español-El Pueblo Vasco, originó de inmediato un desmentido oficial, al tiempo que todos coincidían en reconocer que el tema había encontrado dificultades inesperadas en el Gobierno.

Puestas en su justo término las cosas, es cierto que Suárez no ha dicho todavía la última palabra, afirmativa o negativa, pero es igualmente cierto que de no existir problemas, el decreto-ley tenía que haberse aprobado ya en alguno de los tres Consejos de Ministros celebrados desde que Clavero y los negociadores vascos llegaron a un acuerdo.

Tema delicado y "para largo"

Fuentes relacionadas con el Ministerio para las Regiones no dudaban en reconocer que el tema va para largo. Negaban, sin embargo, que hubiera retraso alguno. «Lo que ocurre -añadían- es que el asunto es muy delicado y exige un cuidadoso estudio.» En la misma fuente se aseguraba que el ministro ha dedicado los quince últimos días a estudiar a fondo el tema de Navarra- en busca de una solución que, de hecho, existe. A su juicio no cabe implantar por decreto-ley un mecanismo que no es aceptado por la mayoría de los parlamentarios navarros.

Los ucedistas navarros no parecen oponerse a que Navarra sea citada en el artículo primero como uno de los cuatro territorios históricos que pueden incorporarse libremente al Consejo General. Se opone a que sea el Consejo Foral quien pueda decidir sobre un tema de esta naturaleza, que a su juicio implica una modificación sustancial del régimen milenario de Navarra. Exigen que para ello sea necesaria la decisión del pueblo, consultado en referéndum, sin intermediarios.

Suárez, en el centro

Los parlamentario s vascos entienden que el mecanismo de incorporación de Navarra debe ser idéntico al de los restantes territorios, ya que su voluntad queda suficientemente salvaguardada mediante un primer acuerdo de los parlamentarios y otro, posterior del Consejo Foral, heredero de las antiguas Cortes y elegido por las corporaciones locales. El plebiscito debe quedar, a su juicio, para el estatuto de autonomía definitivo.

Entre ambas posiciones, Suárez parece inclinarse por una fórmula intermedia, consistente en que la incorporación de Navarra se realice por la fórmula que la Constitución determine a estos efectos. La dificultad estriba en que la Asamblea de Parlamentarios vascos considere aceptable esta fórmula. La mayoría de los parlamentarios coinciden en que sin Navarra no vale la pena el texto preautonómico. Todo lo negociado quedaría, por tanto, en el aire. Un portavoz de EIA manifestaba ayer que su aprobación del texto estaba condicionada expresamente a la inclusión de Navarra.

Lo que resulta evidente es que la no aprobación por parte del Gobierno del texto preautonómico plantea muy serios problemas respecto a la paz siempre frágil de Euskadi y a la propia unidad interna de UCD, alguno de cuyos parlamentarios vizcaínos ha anunciado la deserción. La propia capacidad de Clavero para negociar otros regímenes preautonómicos que daría en entredicho, pese a que desde su propio Ministerio se nos anuncio que no tenía intención de dimitir. La propia viabilidad de este Ministerio se pondría en duda, ya que precisamente su primera tarea ha sido la negociación con los vascos. Por último, y para terminar de complicar las cosas, no parece fácil que el Gobierno se atreva a aprobar las preautonomías gallega, valenciana o aragonesa, mientras mantiene en el congelador a la vasca.

Ante este estado de cosas, el PNV y el PSOE han convocado para hoy a sus ejecutivas con el propósito de encontrar alguna salida. La UCD vasca (Alava, Guipúzcoa y Vizcaya) se entrevistaba ayer con el ministro para las Regiones con este mismo objetivo, y pretende ser recibida hoy por el presidente Suárez. El tema será tratado también esta semana por el Gobierno vasco en, el exilio y por el comité negociador de la Asamblea de Parlamentarios, mientras que se espera también para hoy un duro comunicado de las fuerzas de izquierda.