"Sólo abandonaré el Gobierno si así lo decide la Asamblea Nacional"
«No dimitiré.» Est a fue la frase contundente con que Mario Soares desmintió a nuestra corresponsal en , los rumores de su eventual renuncia, que habían encontrado eco en Madrid los pasados días. « El Gobierno que yo dirijo saca su legitimidad de la Asamblea de la República, que no se pronunció contra el programa de gobierno que presenté en julio de 1976, y de la confianza del presidente de la República. Mientras estas dos fuentes de la legitimidad no me falten, seguiré asumiendo mis responsabilidades. No voy a renunciar. Si la Asamblea de la República quiere hacer caer al Gobierno, puede hacerlo votando dos mociones de censura o negando el voto de confianza que el Gobierno solicitará si hasta final del mes no se vislumbra uno o varios acuerdos posibles con los partidos de oposición.»
EL PAIS: Después de su brillante intervención del jueves pasado. se dice que «Mario Soares es el hombre de las crisis», que sólo da la medida de su capacidad en los momentos difíciles.Mario Soares: Creo que en los momentos difíciles, lo importante es mantener la cabeza fría, actuar con la máxima serenidad y con sentido de las responsabilidades. Hay que discutir los problemas con voluntad de resolverlos.
EL PAIS: Usted ha comentado que el éxito del pacto de la Moncloa había inspirado los esfuerzos de su Gobierno en llegar a un acuerdo con los partidos de oposición, pero que los partidos portugueses, y en particular el Partido Comunista, no tienen las mismas características que los partidos españoles.
M. S.: No soy yo quien dice que el PCP es diferente del PCE. Es un hecho, digamos, mundialmente conocido. Ahora, en este caso preciso, no es el Partido Comunista portugués quien ofreció las mayores dificultades. Son los partidos situados a la derecha del PS, que rehúsan sentarse a la misma mesa que los comunistas. Van incluso hasta el punto de afirmar que basta que el Partido Comunista firme un acuerdo con el Gobierno para que ellos se nieguen a firmarlo. Como tuve ocasión de hacerlo en la Asamblea, el jueves, respondiendo a un portavoz de este partido, nosotros no aceptamos que un partido (alu sión al PSD) nos dicte con quién podemos negociar. No aceptamos ni chantaje ni amenazas.
EL PAIS: Pero si no hay acuerdo, y si no obtiene la confianza en la Asamblea, tendrá que dimitir ¿Aceptaría entonces encabezar un Gobiemo que no esté únicamente compuesto por miembros del PS?
M. S.: Es el presidente de la República quien tiene competencia para nombrar el primer ministro. Será él quien deba decidir. Ahora, el Partido Socialista mantiene su negativa de participar en un Gobierno de coalición.
EL PAIS: Inclusive un Gobierno de «técnicos» para salvar la coyuntura.
M.S,: Siempre hay otras soluciones constitucionales. Nosotros pensamos que en estas circunstancias sería preferible ira unas elecciones generales anticipadas.
EL PAIS: ¿Se siente usted bien, acompañado por el Partido Socialista en esta difícil situación?
M. S.: No hay problemas en el Partido Socialista. Los problemas que hubo en el grupo parlamentario son bien conocidos, y llevaron al diputado Lope Cardoso a abandonar el partido. Ahora las cosas están clarificadas, y el grupo parlamentario aprobó mi última intervención por unanimidad.
EL PAIS: A raíz de la reciente dimisión de su secretario de Estado para la Comunicación Social hubo quien recordó la situación de Willy Brandt, obligado a dimitir del Gobierno porque unos funcionarios de su confianza estaban envueltos en asuntos delictivos.
M. S.: Al secretario de Estado para la Comunicación Social le afectó mucho la detención de su jefe de Gabinete, una persona de su confianza, sobre quien pesa la sospecha de participar en un delito grave, deshonroso. Fue precisamente para evitar que esta situación comprometiera al Gobierno por lo que el señor Roque Lino puso su cargo a mi disposición. Es una actitud moralmente muy noble. El Gobierno no está en nada afectado por estos acontecimientos, aunque esto sea siempre muy triste.
EL PAIS: Entonces a pesar del dramatismo de la situación financiera, que usted mismo reconoció, se mantiene optimista?
M. S.: Confío en el pueblo portugués. Sigo creyendo que con buena voluntad y deseo de discutir los problemas para resolverlos encontraremos una salida. Estoy, por mi parte, decidido a luchar hasta el límite de mis fuerzas...
