El pueblo de Altea, amenazado
Altea, un hermoso pueblo de la costa alicantina, puede convertirse en una urbanización turística «monstruo» si el plan de ordenación de la zona presentado por el Ayuntamiento y actualmente en información pública sigue adelante.«Estamos verdaderamente preocupados, porque Altea es de los pocos lugares de esta zona que conservan un bello casco antiguo, una armonía geográfica y si las cosas siguen adelante quedará convertido en otro Benidorm», explican los arquitectos Emilio F. Martínez de Velasco y Juan Zumárraga, que han realizado un minucioso análisis del proyecto urbanístico y presentado toda una serie de alegaciones al mismo.
Además de la oposición de los vecinos de Altea, la Asociación Española de Estudio y Protección de la Naturaleza (Aepden) ha tomado cartas en el asunto al denunciar «un plan general que plantea la posibilidad de urbanización del 95 % del término municipal, haciendo desaparecer más de mil hectáreas de suelo agrícola de regadío».
El plan general de ordenación de Altea prevé la construcción de más de 40.000 plazas turísticas, lo que, unido a las previsiones de crecimiento natural de la población, daría una cifra total para el año horizonte del mismo 1985 de casi 60.000 habitantes.
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