Se puede ser legalmente republicano

Con la inscripción en el regístro del Ministerio del Interior, del partido político ARDE (Acción Republicana Democrática Española) se ha dado opción a aquellas personas que optan ideológicamente por la forma republicana del Estado, para que puedan legalmente defender esta postura política (se entiende también exponer y hacer propaganda de la misma, en uso del derecho a la libertad de expresión del pensamiento), sin incurrir en la clandestinidad y sin por ello quedar sujetos a responsabilidad penal alguna, siempre que la exposición de sus ideas sea pacífica y no violenta.Todo esto da lugar, naturalmente, a varias interrogantes.

Una de ellas es la del uso de la bandera. Si Falange Española, el Paitido Comunista, Fuerza Nueva, el Partido Carlista, etcétera, usan sus propias banderas, no podrá negarse este derecho al partido republicano, o, ¿habrá que entender, que la bandera tricolor asume herencias históricas de totales representaciones patrias, y entonces hay que prohibirla por estar en oposición con la bandera nacional, en su esplendente y bello bicromatismo rojo y gualda?

Otro problema. Si constitucionalmente todos los ciudadanos pueden acceder a los cargos públicos, no sólo políticos, sino funcionariales, según su mérito y capacidad, ¿de qué modo los funcionarios de convicciones republicanas se van a ver forzados en su conciencia para, sin renunciar a sus «legales» ideas políticas, prestar juramento de lealtad al Rey, máxima personificación de la forma monárquica del Estado?

Veremos lo que, deciden sobre estos puntos, acerca de los cuales llamamos la atención, los redactores de la nueva Constitución, luego las propias Cortes y, finalmente, el refrendo del pueblo soberano, a quien, en definitiva (como sucedió en Grecia), corresponde la final decisión.