Carrillo se entrevista con los ministros británicos Owen y Benn

Santiago Carrillo, el secretario general del Partido Comunista de España, que con otros eurocomunistas asiste en Brighton a la asamblea general del laborismo, ha tenido oportunidad de saludar a varios ministros del actual Gobierno, aunque hasta anoche no se había encontrado con el primer ministro, Callaghan, el líder del partido que lo ha invitado.El líder comunista español habló de una manera informal con David Owen, ministro de. Exteriores de Gran Bretaña, y con Tony Benn, el ministro de Energía, una de las figuras más destacadas de la izquierda de este país. Ambos con tactos se produjeron durante una reunión organizada por la sección internacional del Partido Laborista a la que no asistió James Callaghan, a pesar de que su presencia estaba anunciada.

Santiago Carrillo, que volverá hoy a Madrid, mantuvo una entrevista más larga con Tony Benn que con David Owen. El ministro de Energía le preguntó al comunista español por su opinión acerca del porvenir de las relaciones laborales en una Europa unida.

Callaghan, socialdemócrata

El primer ministro laborista británico, James Callaghan, durante su discurso, dijo a la asamblea de su partido que está dispuesto a seguir en el mando, no uno ni dos año s, sino todos los precisos para que no llegue al poder «el grupo mas reaccionario que ha habido en el Parlamento de nuestro país desde que terminó la primera guerra mundial».

James Callaghan, que rara vez habla de filosofía política en sus discursos ante la base del partido, definió ayer su carácter social-demócrata. Frente a los que le acusan de excesivamente conservador, el líder británico señaló que su Gobierno está cumpliendo punto por punto un programa socialista que va a convertir al Reino Unido en una especie de tierra prometida. El gasto público se va a incrementar en abril para atender a necesidades sociales y, posiblemente en noviembre, para reducir impuestos para favorecer a las clases populares.

En política exterior, Callaghan defendió también el carácter. socialista e «internacionalista » de su Gobierno. Su iniciativa para resolver la cuestión de Rodesia, la colonia británica, no es únicamente del Reino Unido, sino que tiene el apoyo de la mayor parte de las organizaciones y de los Estados preocupados por lo que ocurre en el cono sur de Africa.