La central nuclear de Lemóniz se construye sin las garantías exigidas

Ante la falta de respuesta por parte de la Administración pública a los múltiples expedientes presentados para detener las obras de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya), la Comisión por una Costa Vasca no Nuclear cursó ayer denuncia de mora ante diversas instancias administrativas, como trámite previo a la iniciación del contencioso-administrativo.

A los argumentos presentados con anterioridad ante la Dirección General de Energía se ha añadido en esta ocasión uno que en Estados Unidos bastaría para ordenar la paralización de las obras: más de la mitad de los componentes nucleares empleados en la central de Lemóniz carecen de la garantía de seguridad ASME, sello al que están obligados en virtud de las condiciones impuestas en el permiso de construcción otorgado por la Dirección General de Energía. El código ASME constituye una garantía de seguridad reconocida internacionalmente y que en Esta dos Unidos es condición inexcusable para realizar en una central nuclear tareas aparentemente tan nimias como una soldadura. De acuerdo con el permiso de construcción, su diseño y construcción debe ajustarse a las normas exigidas a la central norteamericana de North Anna, suministrada por Westinghouse, al igual que Iberduero la construye en la costa vizcaína. Mientras que en cualquier central norteamericana el sello ASME constituye para la sociedad en general una garantía de que los materiales empleados se ajustan a las normas, resulta que en el caso de Lemóniz ninguno de los materiales españoles empleados en ella (más del 60% del total) se han ajustado a este código.

«Se ha dado el caso -denuncia la comisión- de algún suministrador de materiales que ha pretendido hacerse con el códigó ASME para ajustar sus piezas a lo que en él se exige, sin conseguirlo. Y no se diga que se trata de un sello de garantía exclusivamente norteamericano, porque numerosas -empresas europeas y japonesas se han acogido a él.»

En virtud de estos datos, la Comisión por una Costa Vasca no Nuclear se ha dirigido nuevamente a la Dirección General de Energía para que cumpla sus obligaciones, administrativas y detenga las obras. Idénticas reclamaciones se han cursado ante el Ministerio de Industria y los Ayuntamientos de Lemóniz y Munguía, directamente afectados por la central.

«Lo que no entendemos -señala la comisión- es que no se conteste a ninguno de los expedientes que hemos tramitado con el respaldo de más de sesenta entidades vizcaínas. Si no tenemos razón, creemos que al menos se nos debe una respuesta. El hecho de que no se nos conteste viene a ser un tácito reconocimiento de que se está obrando contra la ley. Nosotros estamos dispuestos a seguir todo el proceso jurídico y para finales de año estaremos ya en la vía de lo pontencioso-administrativo.»

La comisión se ha dirigido, asimismo, al ministro de Obras Públicas y Urbanismo para que informe desfavorablemente del cambio de calificación urbanística aprobado por la Diputación de Vizcaya para los terrenos sobre los que se asienta la central. Se da la circunstancia de que la Diputación ha informado a favor de que dichos terrenos se conviertan de rurales en industriales.

La comisión destaca, por último, el silencio que mantienen los parlamentarios en torno a esta cuestión.