Punto de partida
(...) La Generalitat es ahora reconocida oficialmente por el Gobierno y las condiciones precisas en que actuará de forma provisional nuestra primera institución, largo tiempo reivindicada, reflejarán, sin duda, lo que toda negociación refleja: un pacto en el que se da y en el que se cede, sin que raramente, cada una de las partes implicadas pueda sentirse plenamente satisfecha. Esta Generalitat la recibimos, pues, como un punto de partida y, bajo ese prisma, percibimos el sentido de uno de los versos de «Els Segadors»: esa Catalunya, representada por aquella Generalitatque todos anhelamos, «tornará a ser rica i plena». Es desde ese futurible que contemplamos un momento histórico del que conviene erradicar todo signo triunfalista para sentar el principio de que la voluntad popular, en una demo-, cracia auténtica, a la postre, nunca puede ser desvirtuada o defraudada.30 septiembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.