"Este es un país muy difícil de engañar"

Acaba de aparecer en los quioscos el primer fascículo de La verdadera historia de los últimos forrenta años, publicada por Antonio Fraguas, Forges, en la serie Historiciclo de Editorial Sedmay. Los Forrenta años, que aparecerán semanalmente hasta un total de diez fascículos, constituyen la primera parte de la Grande e General Historia de España, que publicará sucesivamente el equipo de historiadores, confeccionadores, coordinadores, dibujantes y coloristas que realizan estos primeros fascículos.

« En vez de comenzar por los pueblos primitivos -ha dicho Forges a EL PAIS-, lo hacemos por esta otra parte de los pueblos primitivos que han sido estos años de atrás, en los que era posible un anuncio como el que tenemos recortado de 1944: "Señora: no tire el cepillo de dientes de su niño, porque por tres pesetas se lo dejamos como nuevo." Lo de llamarlos forrenta años es por la cuestión onomatopéyica. »A la pregunta de si llamar verdadera historia no implica pretender, una vez más, hablar desde la razón, un poco -ex cátedra, Forges dice que «a lo mejor también es mentira esta historia, pero es posible que esté más cerca de la realidad que la que hemos visto hasta ahora, sobre todo hasta hace cuatro o cinco años».« En estos fascículos de los forrenta años -sigue Antonio Fraguas- destacaremos la separación absoluta entre la España oficial y la España real, en la que el pueblo no se creyó jamás lo que decía el Gobierno e hizo su propia historia. »

¿Hay algún causante, alguna oveja negra en estos años que salga a relucir en los fascículos? Forges responde: «Eso no puedo contestarlo, porque no es labor del historiador ni del humorista, que tienen que ser asépticos, para que el lector saque sus propias conclusiones. Hay una España negra y otra multicolor y maravillosa. Y los de la negra siempre son de la negra. »

Forges perdió los originales del primer fascículo en un taxi y tuvieron que repetirlos de arriba abajo. Una llamada de teléfono indicó: «No han aparecido ni aparecerán nunca, porque son indignantes.» Antonio Fraguas dice que frente a lo que suele decirse de « gracias a la colaboración de un taxista», aquí habría que apuntar «a pesar de la colaboración de un taxista».

La historia de los fascículos es, según el humorista, «totalmente rigurosa; pero lo cortés no quita lo cachondo, y si hemos metido la pata en alguna fecha o así, aunque se ha intentado evitar, pedimos perdón».