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"El hundimiento de la economía traería el fin de la democracia"

«Los intentos de forzar un cambio radical del sistema económico pueden llevarnos a la catástrofe y al fin de la democracia», dijo ayer, el ministro de Comercio y Turismo, Juan Antonio Garcia Diez, al analizar la situación y perspectivas de la economía española, en el acto de inauguración de la Feria de Muestras de Castilla y León, en Valladolid.

En su primera intervención pública en torno a la situación económica desde que ocupa el cargo, el señor García Díez defendió el programa económico del Gobierno y formuló un llamamiento a la responsabilidad solidaria de todos los estamentos sociales y económicos, en arás de sustraer a la economía española del estado crítico en que se encuentra.«Es evidente que la sociedad española ha sido y es profurdamente injusta y llena de desigualdades -señaló el ministro-, por lo que es un objetivo esencial reducirlas. Se nos dice que amplios sectores de la sociedad son reacios a aceptar limitaciones al crecimiento de sus rentas, porque consideran que, una vez más, son las clases más modestas las que están pagando el precio del saneamiento de la economía.

Pero el camino para corregir esas desigualdades y suprimir las injusticias no es el que conduce a la destrucción de nuestra economía.»

Refiriéndose al resultado de las elecciones parlamentarias del pasado 15 de junio, el titular de Comercio y Turismo estimó que el pueblo español había votado mayoritariamente, no por el cambio radical del sistema económico, sino por la modificación del sistema, efectuando aquellas transformaciones que lo hicieran más eficaz y más justo, en base al ya existente. En tal sentido, la reforma fiscal, la profundización de la democracia y la reforma de las estructuras económicas y sociales, junto a los ya iniciados cambios en el sistema financiero, fueron citados como elementos contribuyentes a una mayor equidad y justicia en el desarrollo y funcionamiento del sistema económico.

García Díez insistió, también, en los tres problemas básicos que afectan a la economía española: inflación, desequilibrio exterior y paro. De ellos, la inflación se muestra como el más grave; el desequilibrio exterior es aquel sobre el que debe actuarse de modo más urgente; mientras que el paro sólo puede mitigarse con altos índices de actividad económica, para lo que se hace necesario contrarrestar los dos primeros problemas. «Frente a la inflación, sólo caben dos líneas de actuación: política monetaria o política de moderación en el crecimiento de las rentas, aunque puedan enriquecerse con algún elementoadicional de control de precios. Pero pensar que la lucha contra la inflación puede basarse en un control de precios, independientemente de una adecuada política de rentas o monetaria, es en el mejor de los casos una ingenuidad y, en el peor, pura demagogia.»

«La no aceptación de una política de moderación de rentas -dijo más adelante-, en el bien entendido de que moderación no quiere decir congélación, pone en peligro el funcionamiento de todo el sistema económico y, con ello, la democracia.»

Finalmente, el ministro de Comercio y Turismo se refirió al cometido reservado a las distinntas fuerzas en presencia en el panorama socioeconómico, señalando que en un contexto democrático el poder no reside exclusivamente en el Gobierno, sino que se extiende a todo el entramado de la sociedad: «consumidores y productores, empresarios y trabajadores y, por supuesto, y en gran medida, en el Gobierno y la Oposición». García Díez concluyó: «Al Gobierno corresponde, y así lo ha hecho, proponer un programa de actuación. Y a la Oposición corresponde formular las matizaciones y correcciones que estime precisas a ese programa, o dejar bien clara cuál es la alternativa que, ofrece para resolver la crislis.»

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