Pena de muerte, aborto, eutanasia
No hace mucho tiempo leí unas declaraciones de un político que me llamaron bastante la atención.Decía: «No comprendo cómo una persona puede estar a la vez en contra de la pena de muerte y a favor del aborto. »
Digo que me impresionaron porque, efectivamente, es cierto, es algo que yo tampoco comprendo cómo a la vez se puede invocar el derecho a la vida en el caso de la pena de muerte y luego negarlo en el caso del aborto o de la eutanasia.
Pero, es que acaso no es una pena de muerte el aborto y la eutanasia?
Es más aún: en el caso de la pena de muerte, al sujeto le juzgan mediante un procedimiento legal y le dictan sentencia; pero en el aborto y la eutanasia no ocurre eso.
Al sujeto paciente lo dictan sentencia sin previo juicio y sin previo delito. ¿Cómo se entiende esto?
En la campaña electoral de las últimas elecciones legislativas hubo varios partidos políticos que anunciaban en sus programas la defensa delos más débiles y marginados; de la sociedad que en unas ocasiones es egoísta, -y las más, buscadora únicamente del placer material.
En algunos países europeos está legalizado el aborto, la eutanasia y, sin embargo, la pena de muerte está abolida.
Y yo me pregunto: ¿acaso no se dice que en la Europa occidental es donde más se respeta la vida porque hay democracia y libertad? Y tengo que ver que no es así. Precisamente lo contrario: se pisotea a los más débiles de la sociedad, los niños que todavía no han nacido, contradiciendo el ya famoso artículo tercero de la Declaración Universal de Derechos Humanos que dice: «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.»
O también se pisotea a los marginados de la sociedad, como puede considerarse por algunos a nuestros ancianos, porque ya no sirven y además solamente nos dan problemas.
Y me vuelvo a preguntar: ¿se puede saber qué criterios éticos pueden invocar quienes defendiendo el aborto y la eutanasia, o uno de ellos solamente, estén en contra de la pena de muerte?
¿Por qué no aplican los mismos criterios en favor de los más débiles y marginados de la sociedad?
Llegamos sin duda a una vulgar contradicción. Todo el mundo sabe que la vida está por encima de la muerte y el mismo valor ético es el que es preciso invocar cuando se tenga entre manos cualquiera de los actos atentatorios contra la vida como son la pena de muerte, el aborto y la eutanasia.