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Etiopía rompe sus relaciones diplomáticas con Somalia

El Gobierno de Etiopía rompió ayer sus relaciones diplomáticas con Somalia, según una emisión de Radio Addis Abeba y ordenó a toda la misión diplomática somalí que abandone el territorio etíope en un plazo máximo de 48 horas.

Mientras la agencia somalí de prensa, Sonna, ha solicitado a los Estados socialistas que se mantengan «prudentes» en el conflicto entre Etiopía y Somalia, con el fin de «no enturbiar las actuales relaciones de amistad, que se encuentran sometidas ya a duras pruebas».De esta manera el régimen somalí ha invitado nuevamente a la Unión Soviética a demostrar su neutralidad en el litigio, a la vez que le advierte del peligro que supone «el sacrificio de los principios socialistas sobre la autodeterminación de los pueblos, en favor de los intereses estatales, con lo cual se agravan los conflictos, arrastrando así con ello a la confrontación entre los movimientos progresistas de la región y la política de los Estados socialistas».

Etíopes y guerrilleros somalíes continuaban ayer atribuyéndose la posesión de la localidad de Jijiga, a sesenta kilómetros de la frontera somalí, considerada como un punto estratégico que puede decidir la suerte de la guerra del Ogaden y donde tiene lugar un encarnizado combate en el que ambas partes utilizan la aviación y los blindados.

La negativa del consejo ministerial de la Liga Arabe a sostener las reivindicaciones de Somalia ha suscitado una nueva ofensiva del llamado Frente de Liberación de la Somalia Occidental (FLSO) en dirección de la línea férrea que une Addis Abeba a Yibuti, con el propósito de cortarla.

A juzgar por lo manifestado en la capital somalí por el secretario general del FLSO, Hassan Abdulaye, los 15.000 habitantes de Jijiga, de origen somalí en su mayor parte, ayudan a los guerrilleros y hostigan de diversas maneras, desde hace varias semanas, a la milicia popular formada por las autoridades de Addis Abeba.

Mediación africana

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El conflicto de Ogaden ha figurado de forma destacada en las conversaciones celebradas en Argel por el ministro de Relaciones Exteriores de Yibuti, Kamil Abdellah, con su homólogo argelino Abdelaziz Buteflika.La joven República de Yibuti, no obstante la presencia de 5.000 soldados franceses, ha manifestado sus temores acerca del expansionismo somalí y sigue con evidente preocupación los combates que tienen lugar a pocos kilómetros de su frontera.

El ministro de Finanzas de la República Democrática del Congo, Henri López, se encuentra también en Argel y fue recibido por el presidente Huari Bumedian. Las autoridades de Brazzaville han proclamado su deseo de facilitar un arreglo pacífico del conflicto somalo-etíope, tras la frustrada misión del Gobierno malgache.

Pese a que no ofrece duda la presencia en el Ogaden de efectivos del ejército regular somalí, para los argelinos sigue sin haber evidencia oficial de ello y el lector de la prensa de esta ciudad ve invariablemente publicado entre comillas el término de «fuerzas somalíes».

El rotativo de expresión francesa El Mudjahid rinde cuenta de los comunicados militares de ambas partes y soslaya cualquier intento de interpretación para sus lectores, en aras de la unidad de la «gran nación árabe», en la que ahora el presidente Siad, :Barré estaría «pasándose de rosca», según una opinión no oficiosa.

Somalia ha señalado que la carta de la OUA, que garantiza la intangibilidad de las fronteras heredadas del colonialismo por los países africanos, no puede aplicarse a Etiopía porque este Estado es potencia imperialista.

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