Una exención que no llega
El Gobierno presidido por don Adolfo Suárez ofreció, en su declaración programática, declarar exentas de impuestos todas las pensiones. No parece tener ninguna prisa en llevar a la práctica esta promesa, pese a que por tratarse de ancianos, cualquier retraso significa que dicho beneficio llegaría tarde para muchos pensionistas.Debería tenerse más consideración con nosotros, siquiera porque somos una generación infortunada, que viene padeciendo desde la juventud una serie de sufrimientos y calamidades: la guerra civil y el terror, la represión (campos de concentración, cárceles, y depuraciones) el hambre y la falta de medicamentos de aquel entonces, el exilio y la guerra mundial, la dispersión familiar, la carencia de medios económicos, el desempeño de puestos infenores a nuestro grado de instrucción y ahora, para colmo, el egoísmo de los hijos suscitado por la sociedad de consumo.
Por favor, señor director, dedique unas líneas a recordar la promesa incumplida del Gobierno Suárez.
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