Los armadores de Ondárroa negocian con la CEE la concesión de licencias

Una representación de los armadores de Ondárroa, compuesta por una sola persona, se ha dirigido a Bruselas con el fin de agilizar las trece licencias que quedan por conceder por parte de la Comunidad Económica Europea a otros tantos pesqueros de la flota de esta zona, con menos de setecientos caballos de vapor de potencia.

Por su parte, la Asociación de Pescadores de Altura de esta misma localidad ha criticado duramente a los armadores y a la Administración por la completa despreocupación de éstos hacia los trabajadores del sector.En este sentido, se pone de manifiesto que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno sólo están pensadas por la parte empresarial, como son la ayuda y garantías para el armador y sus barcos, el desguace anticipado de parte de la flota, el no haber tomado medidas de protección para la flota pesquera y el asegurar un plus de desempleo a los arrastreros con arreglo al salario base que nunca alcanzará las 11.000 pesetas.

Señala la asociación de pescadores que las subvenciones por desempleo son totalmente insuficientes a la vez que insiste en lo intolerable que resulta el hecho de que el Gobierno dé permiso al desguace de los barcos de la reducida flota pesquera del litoral.

Sobre las negociaciones con la CEE, los miembros de la asociación apuntan que éstas se deben centrar en asegurar la conservación de la riqueza existente en aguas comunitarias y, además, exigir un estricto respeto al reglamento de mallas de red, tamaño mínimo del pescado, zonas de pesca en puntos convenientes, descanso nocturno en las faenas de pesca y descanso de seis días al mes para los miembros de la embarcación.

Continúan los apresamientos y las multas

Los apresamientos y las multas que afectan a los pesqueros españoles continúan en la zona comunitaria. En este sentido, cabe resaltar que el buque Medusa, con base en La Coruña, fue apresado por lanchas patrulleras de Irlanda, sin que se conozcan más datos sobre el asunto.

Por otra parte, el buque pesquero con base en Ondárroa, Zorionak, que fue apresado recientemente por patrulleras francesas, regresó a puerto tras pagar una sanción de 40.000 francos (680.000 pesetas) y serle confiscado el copo del reglamento y setenta cajas de pescado.

Sin embargo, procedentes del Gran Sol, adonde habían acudido a faenar tras el pasado conflicto que les mantuvo en puerto, han comenzado a llegar al puerto de Vigo diferentes pesqueros don cargamentos de pescados considerados como muy estimables. Se calcula que las cuatro primeras embarcaciones llegadas a puerto traen cerca de 100.000 kilos de pescado.