La austeridad democrática no deja de ser austeridad

«El primer ministro español, Adolfo Suárez, ha anunciado, después de la devaluación de la peseta en un 25%, un programa drástico de austeridad. Una de las medidas más importantes anunciada ha sido la limitación de las subidas salariales en un 17 %. Aunque los sindicatos públicamente han expresado su desacuerdo, los hombres de negocios están relativamente optimistas sobre el sentido de la responsabilidad individual en las negociaciones que se van a llevar a cabo. Las otras medidas son:Reforma fiscal. Tanto el Partido Socialista como el Comunista aprueban, discretamente, esta medida con la esperanza de acabar con uno de los pasatiempos favoritos de los españoles: la evasión fiscal. ( ... )

Control de precios. El Gobierno ha decretado que hasta el 30 de septiembre los precios que todavía no están bajo control estatal no podrán ser incrementados por encima de los costes de producción.

(...) Gasto público. El Gobierno va a emprender proyectos de construcción de carreteras y viviendas, con objeto de proporcionar empleo a 800.000 parados. Habrá exenciones fiscales para las empresas que aumenten el número de trabajadores.

Medidas financieras. El Gobierno ha levantado el control sobre los tipos de intereses de préstamos y depósitos bancarios. La tasa de descuento del Banco de España ha sido elevada en un punto, al 8%.

La reacción a estas medidas ha sido la de un paciente al que un médico obliga a tomar unas medicinas desagradables. »

, 30 julio