Política de racionalización de consumos para conseguir ahorros
Un año después del estallido de la crisis del petróleo, en 1973, el Gobierno francés creó la llamada «agencia para las economías de energía».Esta entidad pública, dotada de personalidad moral y de autonomía financiera, en la que trabajan cien personas, es la célula administrativa de reflexión y de síntesis, encargada de precisar el conjunto de la política de las economías de energía. También debe proponer al Gobierno las nuevas medidas que, eventualmente, crea son oportunas para hacer frente a la crisis energética.
Después de tres años de funcionamiento, los resultados obtenidos se estiman positivos en los medios competentes. Antes de la crisis del petróleo, las previsiones de consumo de las autoridades francesas ascendían a 285 millones de «toneladas equivalente petróleo» (tep) para el año 1985. En el 74, cuando se fundó la agencia, los responsables se propusieron rebajar el consumo, para 1985, hasta 240 millones de «tep».
Los dos primeros años completos de funcionamiento de la agencia dieron resultados estimables: en 1975, Francia rebajó su consumo en doce millones de «tep», que significaron un ahorro de 5.000 millones de francos (unos70.000 millones de pesetas). En el 76, el gasto de «tep» se redujo en 13 millones y el ahorro supuso 6.000 millones de francos (84.000 millones de pesetas). Según la «agencia para las economías de energía», la reducción del consumo durante los dos años referidos fue consecuencia «de economías procedentes de acciones voluntarias».Reglamentación de ahorros
¿Cómo se ha llegado a tales resultados? En primer lugar, la agencia ha dividido en cuatro los sectores a los que se aplican medidas específicas para conseguir disminuir el gasto de energía: industria (debe economizar 82 millones de «tep» respecto a las previsiones para 1985), transportes (45 millones de economía), residencias y terciario, agricultura comprendida (85 millones) y energía (veintiocho millones).
Para aplicar las medidas particulares destinadas a cada uno de los cuatro sectores precedentes, la agencia se sirve de tres medios concretos con el fin de provocar las economías deseadas:
1. Reglamentación de la utilización de energía. En cada uno de los sectores se realiza un tipo de acción, a partir de reglamentos promulgados por decreto que obligan a los consumidores a observarlos minuciosamente. Por ejemplo, en el dominio de los transportes, los constructores de automóviles deben publicar el consumo de sus vehículos según unas normas precisas, de igual manera en todos los demás sectores, una serie de normas obligatorias deben ser cumplidas bajo pena de multas variadas, según la importancia de la transgresión.
2. Incitación: otra serie de medidas, previstas por la «agencia para la economía de energía», está destinada a invitar al consumidor al ahorro. Se ha establecido un programa de primas y de reducciones fiscales para quienes reduzcan más sensiblemente el consumo. En este orden de cosas, en el sector industrial, destaca un nuevo procedimiento que acaba de poner en práctica la agencia, consistente en el derecho de los industriales (medianos, pequeños y grandes) a créditos especiales para financiar materiales susceptibles de economizar energía.Información y publicidad
3. Información: «En Francia no hay petróleo, pero hay ideas», reza el «slogan» publicitario inventado por la agencia para llamar la atención de los franceses. Hasta la crisis de 1973, parece ser que la mayor parte de la población no sabía si la energía de consumo procedía del extranjero o se producía en el país. La agencia emplea toda clase de medios de propaganda para informar al público: radio, TV, prensa y, además, informaciones especiales.
Durante los cuatro primeros meses del año en curso, la agencia ha enviado 200.000 folletos, relativos al problema de la energía, estos folletos habían sido solicitados por los ciudadanos.
Este tipo de publicidad se pone a disposición del público en manifestaciones diversas, que no tienen nada que ver con la agencia. Por ejemplo, recientemente, en la «Feria de la Primavera» de Dijón, en el «Salón del Consumidor», en «Auxerre», según declaró el director de la agencia, Jean Syrota, «nuestra relación con el público se sitúa en el plano de la comunicación y a sus ojos, ya no representamos solamente un organismo tecnocrático».
En esta época, con motivo de las vacaciones veraniegas, la agencia multiplica las informaciones y los consejos con objeto de que el ,usuario del automóvil sepa que «los objetivos de economía de energía son perfectamente compatibles con el desarrollo del progreso económico y del confort». Gracias a estos consejos, la agencia afirma que un turista puede economizar hasta el 25% de carburante.
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