Lefèbvre continúa su gira americana
Prosigue su gira por América latina el obispo francés disidente del Vaticano, Marcel Lefèbvre, denunciando al marxismo «infiltrado en la Iglesia católica», desafiando a la jerarquía eclesiástica de cada país y logrando que los ecos de sus declaraciones y de sus actos, ultraderechistas y ultrarreaccionarios, lleguen a todos los ámbitos del hemisferio.
Este viaje del obispo rebelde por Iberoamérica está alcanzando tonos más políticos que religiosos. Cuando haya terminado se podrán analizar los resultados y quedará probablemente demostrado que, venido en busca de multitudes que incorporar a su actitud cismática, las voces que en su favor se han alzado, los fieles que han acudido a sus oficios son tan escasos en medio de los cientos de millones de católicos de este continente, que no valen la pena de sertenidos en cuenta.La presencia en América latina de monseñor Lefébvre habrá servido, sobre todo, para irritar a los buenos católicos que, sin embargo, no comulgan con las ideologías políticas de los regímenes totalitarios. Porque a la usanza de aquellos obispos y cardenales españoles acostumbrados a extender el brazo en el saludo fascista, Lefèbvre parece entender que el catolicismo tradicional va parejo con los sistemas de gobierno más represivos.
En todo caso, su enfrentamiento a las jerarquías católicas de cada país visitado le habrá hecho ver al obispo de Ecône que sus teorías trasnochadas tienen bien poco porvenir entre las masas de católicos conscientes de estos países, sean marxistas o no.
El domingo, a su llegada al aeropuerto de Santiago de Chile, monseñor Lefèbvre escuchó complacido los gritos de apenas un centenar -organizados y agresivos, pero limitados- de sus seguidores, diciendo: «Mueran los curas rojos, muera la Iglesia marxista» y «Lefèbvre sí, comunismo no».
Visiblemente satisfecho, el obispo afirmó que esa era una demos.tración de afecto idéntica a las que recibió en los otros países visitados de este continente. Olvidaba adrede, el obispo Lefèbvre, que en México no tuvo entrada y que en Colombia no recibió grandes demostraciones de seguidores. Justificó su actitud de rebeldía diciendo que «quienes introducen cambios en la Iglesia católica son quienes favorecen al comunismo».
La jerarquía eclesiástica chilena, que preside el cardenal Silva Henríquez, había advertido a sus feligreses, como ya lo han venido haciendo los prelados de los demás países, de los peligros en que incurrirían los que asistieran a oficios celebrados por el obispo Lefébvre. No más de quinientos fieles santiagueños asistieron a la misa que dijo en latín monseñor Lefébvre en los salones del hotel Hilton. Simultáneamente, el cardenal Raúl Silva Henríquez oficiaba otra misa en la parroquia del «Santo Cura de Ars», que fue profanada hace unos días por desconocidos, y en su homilía destacaba la llegada a Santiago de «aquel obispo de origen francés que causa escándalo mundial por su traición al Papa y a la Iglesia católica».
El obispo Lefèbvre, que estará cuatro días en Chile, no podrá viajar a Argentina, cuyo Gobierno le ha cerrado las puertas, de la misma manera que lo hizo el Gobierno mexicano, por considerar inoportuna su visita. A diferencia del, régimen militar chileno, la Junta Militar argentina procura mantener una actitud respetuosa para con la Conferencia Episcopal de su país, que en varias ocasiones ha mostrado su inquietud por la violación de los derechos humanos. Impedir la entrada de Lefèbvre significa, pues, para el presidente Videla, evitar una ocasión de enfrentamiento político con la Iglesia argentina, que ya ha sufrido en carne propia, con el asesinato de varios sacerdotes a manos de las bandas parapoliciales, el drama político que vive el país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
De la reinserción social a la dana, la IA o la cultura urbana: estas son algunas de las historias educativas más relevantes de 2025
La Audiencia de Valencia respalda el 80% de los recursos presentados a la jueza de la dana
Nasry Asfura es el presidente electo de Honduras tras un mes de recuento y presiones internacionales
El Departamento de Justicia de EE UU recibe un millón de nuevos documentos sobre el caso Epstein
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































