La CEE quiere convertirse en "abogado de Africa" frente a las superpotencias

Africa fue el centro de los debates celebrados en Bruselas, entre los ministros de Asuntos Exteriores de los nueve países del Mercado Común Europeo, en el curso de su encuentro mensual dedicado a tema de «cooperación política».

Según David Owen, ministro británico de Asuntos Exteriores, la CEE estudiará un programa destinado a crear un «código de conducta» para las empresas europeas que operan en Africa del Sur. Sin llegar a medidas de boicot económico, parece evidente que los europeos juegan al futuro, en el conflicto racial en los países del cono sur del continente africano. A fin de favorecer una transición rápida en favor de un equilibrio de derechos entre las comunidades blanca y negra, los europeos «presionarán» a los dirigentes de Africa del Sur y Rodesia.Henry Simonet, ministro belga de Asuntos Exteriores y presidente en funciones del Consejo de la CEE, negó, en el curso de su conferencia de prensa, que el conflicto del Sahara Occidental fuese examinado en la reunión de los nueve, en el palacio d'Egmont, de Bruselas. Sin embargo, parece cierto que algunas delegaciones tenían interés en sacar el tema. Probablemente quede para el informe global sobre la situación en Africa que los ministros encargaron a un grupo de expertos.

«La discusión sobre el conjunto de la política africana pretende crear una estrategia que coloque a Europa como abogado de Africa", ante todo intento de interferencia exterior», dijo Simonet. El ministro belga informó a los comunitarios de su reciente viaje a Zaire.

En relación con el denominado «plan Marshall» de ayuda a Zaire, Simonet recordó que «no se trataba de una operación de la CEE», sino de cooperación bilateral entre varios Estados (Estados Unidos, la República Federal de Alemania, Francia, Bélgica y, posiblemente, Japón).

Los países de la CEE quieren poner en práctica la expresión «Euroáfrica», y parecen dispuestos a ir hasta el final en sus relaciones con el continente africano. La reunión de Bruselas es una advertencia, aunque quizá con poco eco, hacia otras potencias que puedan también estar interesadas en las riquezas naturales, ya que de ello se trata en muchos casos, que encierra el continente africano.

Los nueve pasaron también revista a la evolución de los preparativos en Belgrado para la segunda fase de la CSCE (Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea).