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La ocupación de la isla Dragonera, defensa última del paisaje balear

Las primeras voces de alarma en defensa de la Dragonera surgieron a mediados de 1974, cuando su propietario vendió, en poco más de cien millones de pesetas, al citado grupo financiero catalán la propiedad del islote, poniendo como condición qué el 50% de la isla quedara como zona natural y de esparcimiento y el resto se urbanizara, y se construyera un puerto deportivo dotado de las más modernas instalaciones.Este fue el primer toque de atención para la opinión pública, e inmediatamente se alzaron voces de entidades, como el Grupo de Ornitología Balear, la Obra Cultural Balear y la Sociedad de Historia Natural de Baleares, quien en un escrito remitido al alcalde de Andraitx, término municipal al que pertenece la isla, sexta por su extensión de las que componen este archipiélago, decía lo siguiente

«Teniendo presente la irreversible alteración del medio biológico a que puede dar lugar la ejecución de dicho proyecto, expone que dada la importancia que tienen en el contexto científico mundial los desgraciadamente escasos reductos insulares, sobré todo en lo referente a flora y fauna mediterráneas, toda alteración ecológica está en contradicción con lo principios básicos de interés comunitario. El estudio ecológico realizado por la empresa peticionaria no cumple los requisitos científicos suficientes para la total comprensión de los posibles efectos alterantes que irreversiblemente se produzcan en situaciones semejantes.» En dicho escrito se instaba al final que el Ayuntamiento de Andraitx saliera en defensa de los derechos científicos y sociales que asistían a los ciudadanos para defender la Dragonera.

En iguales términos se expresaría un pequeño periódico hispano-francés, París-Baleares, editado por un mallorquín nacido en Andraitx y residente en Francia, quien escribía que «a toda costa se debe salvar el polémico islote, y no se ha de permitir que sobre su lomo escarpado se construya ni una sola casa y se haga el correspondiente negocio». Igualmente, el Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares manifestaría su opinión, y Gabriel Alomar, arquitecto y ex director del Patrimonio Artístico Nacional, elevó una solicitud al Consejo de Europa para que éste recomendara al Gobierno español la conversión de la Isla en un parque natural, evitando con ello su urbanización.

Cinco impugnaciones

En octubre de 1976, y poco antes de que se cerrara el período de información y reclamación del proyecto del plan parcial de ordenación de la isla de la Dragonera fueron presentadas cinco impugnaciones asignadas por el Fomento de Turismo de Mallorca, Grupo de Ornitología Balear, Obra Cultural Balear, Sociedad de Historia Natural y Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares. También se concienciaron del problema el Ayuntamiento de Palma, la Diputación Provincial de Baleares, que, llevaron él tema a sendas sesiones plenarias de ambas corporaciones.Todo ello fue inútil, porque el último día del pasado año, el 31 de diciembre, el Ayuntamiento de Andraitx, en pleno extraordinario acordó por unanimidad aprobar el plan parcial y plan especial de ordenación de la isla Dragonera, sujeta, no obstante, dicha aprobación a la subsanación de una serie de deficiencias que fueron trasladadas a Pamesa para su cumplimiento y para que fueran cumplidas en un máximo de seis meses

El 5 de julio, luz verde para el proyecto

Estos seis meses se han cumplido ahora en el mes de julio, y el pasado día 5 aparecería en el Boletín Oficial de la provincia la resolución definitiva. dictada por la Comisión Provincial de Urbanismo para dar luz verde al proyecto de urbanizar Ia isla. Y fue el pasado viernes cuando la Dragonera saltó a las páginas de todos los periódicos del país y a los informativos de RTVE, cuando grupo de medio centenar de personas sin ninguna filiación política y de tendencia ácrata cruzó en dos embarcaciones el es trecho que separa Mallorca de la Dragonera y se aposentó en los bosques de pinos del islote para llamar la atención sobre la necesidad de proteger el medio ambiente de las Baleares en general y de la Dragonera en concreto.A esta primera expedición se intentaría intentará unir pasado sábado una más numerosa, de dos centenares de personas, que partiendo desde Palma intentaría alcanzar la Isla para reforzar la acción contestataria de sus compañeros. Ello no fue posible, pues los dueños de las embarcaciones que realizan el enlace marítimo entre las dos islas, presionados por los propietarios e interesado en la futura urbaniz cion, se negaron a trasladar a los participantes en esta marcha y ayudar al aprovisionamiento de los que seguía en la Dragonera, que ya estaban a punto de terminar sus provisiones y agua. Mientras algunos miembros de la Guardia Civil realizaban una discreta vigilancia, los componentes de la segunda expedición se vieron obligados a pernoctar en la playa de San Telmo, aunque lograron, en pequeños botes de reinos, alcanzar la isla.

El domingo, sobre la una de la tarde, los que seguían en San Telmo convocaron una asamblea en la misma playa para exponer ante unas cuatrocientas personas el problema de la Dragonera

Los ocupantes que seguían ayer lunes en la isla hicieron público el siguiente comunicado: «La asamblea de ocupantes de la isla de la Dragonera, en reunión pacífica, ha acordado mantener la ocupación de la misma hasta que la empresa -que se dice propietaria de lo que en realidad es patrimonio natural del pueblo comuniqué a través de los medios de difusión que desiste de sus planes de urbanizar. La asamblea denuncia públicamente:

- La manipulación que se hizo durante la redacción del plan provincial de ordenación territorial promovido por la Diputación, para que en la Dragonera pudiese haber una zona urbana en beneficio de intereses particulares y en contra de los colectivos.

- La manipulación que se hizo en la redacción del plan municipal de Andraitx para excluir a la Dragonera de la zona protegida de la costa noroeste de Mallorca, también protegiendo intereses particulares en perjuicio de los colectivos.

La asamblea denuncia la presencia de numerosa fuerza pública armada poniendo en peligro a los ocupantes y en defensa de no se sabe quién, dada la actitud, en todo momento, pacífica de los ocupantes y la prohibición verbal a los propietarios de barcas en los puertos cercanos a la Dragonera, para embarcar a las personas que desean sumarse al grupo de ocupantes «a fin de mantener a éstos aislados y sin alimentos.»

«En Palma y desde el local de Talayot Corcal se intenta centralizar esta acción contestataria para defender no sólo la Dragonera -como dijo a EL PAIS, uno de los organizadores de esta ocupación- sino también la albufera de Alcudia, las Salinasen Ibiza, la playa del Trenc, en Campos del Puerto, y el parque del Mar, en Palma. Debemos terminar con la especulación del suelo, la degradación del medio ambiente y con esa constante balearización -romper el paisaje con desaguisados arquitectónicos- a que se ve sometido el medio ambiente y la ecología de este archipiélago.»

La cantante mallorquina María del Mar Bonet, que actuó el domingo en Palma en las populares fiestas del barrio de La Calatrava, anunció por los micrófonos y ante más de quinientas personas que seguían su actuación su solidaridad con los «ocupantes» de la Dragonera, a los que piensa dedicar una de sus canciones.

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