Los armadores exigen del Gobierno que defina su política pesquera

Los armadores pesqueros españoles parecen dispuestos a plantear batalla en defensa de sus intereses, amenazados gravemente por las disposiciones comunitarias sobre límites de doscientas millas. Ayer, en la mayoría de puertos españoles se celebraron asambleas, en las que los armadores han denunciado la falta de claridad por parte del Gobierno y han solicitado una definición de su política pesquera.

Parlamentarios vascos han acudido a Bruselas para intensificar la presión a favor de España. Mientras, las lanchas francesas y británicas siguen apresando buques españoles. En todos los frentes, y no sólo respecto a España, la CEE endurece día a día su política pesquera. Nuestros corresponsales en Vigo, Londres y Bruselas han aportado los datos para esta información.En la asamblea de Vigo, así como en otras celebradas en otros puntos de España, los armadores acordaron remitir un telegrama al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, en el que solicitan ser recibidos el lunes próximo, día 11, para exponerle sus problemas, a la vista de los nulos resultados de sus contactos con representantes del Departamento de Comercio, encargado hasta ahora de los temas pesqueros. De alguna manera, los armadores amenazan con amarrar toda su flota. Sólo en la zona viguesa, más de ochenta barcos acuden a faenar en aguas comunitarias. Los armadores exponen, como factor que demuestra la falta de claridad gubernamental, que las Comandancias de Marina no fijan el destino de los buques en los 'correspondientes despachos, evitando responsabilizarse de la posible presencia en determinados caladeros situados en el interior de las doscientas millas.

Parlamentarios vascos ante el Consejo de Europa

Diversos contactos con ejecutivos del Consejo de Europa se proponen mantener los parlamentarios vascos -Ajuriaguerra, del PNV, y Benegas, del PSOE-, que se encuentran actualmente en Luxemburgo para solicitar de los ejecutivos comunitarios la solución inmediata de los problemas pesqueros entre España y la CEE. Sorprende, sin embargo, que la representación diplomática española ante las Comunidades se haya mantenido absolutamente al margen de los contactos, gestionándolos el representante de las Cámaras de Comercio españolas. Durante su estancia en Luxemburgo, los parlamentarios vascos, que viajaron acompañados por un grupo de armadores afectados, mantendrán diversas entrevistas con ejecutivos comunitarios y miembros del Consejo de Europa.No obstante, los representantes parlamentarios no confían en obtener resultados excesivamente brillantes de sus gestiones ante la CEE, dadas las disensiones internas y la dureza aplicada por algunos países, como Francia e Inglaterra, en la defensa de su zona pesquera.

Como muestra de estas disensiones, hay que señalar el disgusto comunitario por las normas que Gran Bretaña aplica a la pesca de arenque en el interior de sus aguas jurisdiccionales, en contra de los acuerdos globales para los países comunitarios en sus respectivas zonas de soberanía.

La pasada semana, lanchas de la Marina Real apresaron a pesqueros holandeses que pescaban arenque en la zona del mar del Norte. Ayer, las autoridades británicas anunciaron que el patrón de uno de los buques había sido multado con 24.000 libras, unos 3.000.000 de pesetas. La sanción es similar a la impuesta a dos embarcaciones españolas la pasada semana, por faenar en las proximidades de las Islas Hébridas, también en el mar del Norte.

Otro pesquero español multado

En Plymouth, Inglaterra, las autoridades impusieron ayer una sanción de 6.000 libras, más de 600.000 pesetas, al patrón del «Villa Ino», con base en Vigo. El buque fu e apresado cuando faenaba el viernes sin licencia dentro del límite de las doscientas millas británicas y, aunque su capitán alegó creer estar situado en aguas irlandesas, los patrulleros británicos le condujeron a puerto, confiscando sus capturas y aparejos, valorados en más de 200.000 pesetas.

Cambio de zonas

Hasta el momento, los armadores dirigen sus buques a otras aguas, en las que las autoridades parecen aplicar menor rigor, acaso conscientes de que subyace un problema político, que puede solventarse con la demanda de adhesión española a la Comunidad Económica Europea.- Sin embargo, y tras el endurecimiento de las posiciones francesa y británica, los armadores españoles temen que otros países sigan el ejemplo. Tal es el caso de Irlanda, a cuyas aguas se han dirigido la mayoría de buques que faenaban en zona británico-francesa.En otras zonas españolas, como es el caso de Andalucía, los problemas y preocupaciones son muy similares, aunque referidos a los buques que faenan en la plataforma canario-sahariana y frente a las costas marroquíes y mauritanas. A pesar de los acuerdos y múltiples conversaciones mantenidas por representantes de ambos Gobiernos, las aprehensiones e incidentes siguen multiplicándose.