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Graves atentados en Milán y Florencia

Un capataz de una importante compañía de comunicaciones ha sido herido en las piernas ayer, pocas horas después de que un grupo extremista se atribuyera la responsabilidad de los graves incendios ocasionados en el almacén de la misma firma, y en otra empresa milanesa.Giuseppe d'Ambrosio, encargado de la sección de montaje de la Siemens, fue herido desde un coche cuando iba a trabajar. Trasladado a un hospital, se ha diagnosticado que su estado no era grave.

Un comunicado de la «Organización Comunista Combatiente, Primera Línea» reivindicó ayer los atentados contra las industrias Siemens y Magneti Marelli, ocurridos el domingo en Milán. Los incendios, de enormes dimensiones, destruyeron algunas naves de las mencionadas industrias. Fueron iniciados por jóvenes vestidos de policías.

Es imposible calcular, por ahora, las pérdidas, pero cifras globales señalan que podrían llegar a varios miles de millones de pesetas.

La organización «Primera Línea» dijo en el comunicado, en dos folios a ciclostil, que el atentado se realizó contra los poderes del capitalismo que están dañando al proletariado.

«El capital -dice textualmente el panfleto- promueve la violencia en cualquier articulación de las relaciones sociales de producción y centraliza nuevas instituciones que dominan políticamente al proletariado.»

«El fin de las organizaciones comunistas combatientes -añade el texto- es preparar un sabotaje contra el funcionamiento general de la máquina capitalista.»

Por otro lado, la misma organización extremista ha reivindicado los atentados contra dieciocho automóviles estacionados en el aparcamiento de una concesionaria de la Fiat, en la ciudad italiana de Florencia. Trece de los automóviles quedaron destruidos.

«Primera Línea» apareció en la escena terrorista el 30 de noviembre de 1976, con una incursión a la sede del grupo dirigente de la fábrica italiana de automóviles Fiat, considerada la primera firma de este país.

Esta nueva serie de atentados han incrementado el clima de tensión que rodea al proceso contra militantes del grupo de extrema izquierda «Brigadas Rojas», que se reanudó ayer en Milán,

Renato Curcio, el líder del grupo, llegó ante el tribunal con aire fatigado. Le acompañaban los demás procesados: Nadia Mantovani, Angelo Basone, Giuliano Isa y Vincenzo Guagliardo.

El proceso contra estos militantes de las «Brigadas Rojas» dio comienzo el pasado día 15 con excepcionales medidas de seguridad.

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