Telarañas de papel
«La distribución de subvenciones especiales a la prensa tambalea la credibilidad democrática del Gobierno y la independencia de algunos diarios.Con caritativa generosidad el Ministerio de Información y Turismo concedió a EL PAIS un regalo de veintiún millones de pesetas. Indudablemente no para torcer la probada autonomía de su línea editorial. Pero regalo lo hubo.
Al Noticiero de Zaragoza le enviaron veinte millones de pesetas, retrasando así por dos meses un cierre inevitable. Y varios periódicos con rancia solera en franquismo ennoblecieron su cuenta de resultados gracias a los millones ministeriales.
Estas subvenciones, otorgadas con generosa discrecionalidad por el Gobierno, ni se fundamentan en condiciones objetivas ni están específicamente reguladas en disposiciones legales. Son de libre concesión por el ministro de Información y Turismo. Vienen de los tiempos en que periódicos como El Alcázar sobrevivían a costa del contribuyente. Epocas gloriosas en las que se gobernaba por la gracia de Dios.
La prensa diaria es difícil negocio, y su único patrimonio, seguro, la credibilidad. Mientras el Gobierno regale millones bajo la ley del favor personal, y algunos editores se gocen en la caridad del Estado, nuestra prensa conservará el pretigio hipotecado y la difusión vergonzante de la dictadura. Y un cuarto poder con telarañas sólo sirve para obstaculizar la llegada de la libertad.»
7 junio
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