Repercusiones de la crisis en el INE

Tras la tempestad, la calma ha vuelto al Instituto Nacional de Estadística. El director general ha rectificado sus declaraciones y los funcionarios se han mostrado satisfechos, agradeciendo al mismo tiempo el apoyo y comprensión demostrado por economistas, opinión pública y medios informativos, que se volcaron unánimemente en defensa de la salvaguardia e independencia del organismo.¿Será una calma real o ficticia? Hay que decir que, por ficticia, entendemos una simple pausa en un tema que, como ya se ha dicho, trasciende el ámbito del propio instituto y alcanza, en el terreno de las responsabilidades, a más altas esferas decisorias. De alguna manera, la solución final tiene mucho de salomónica y en ella se adivinan intencionalidad es marcadamente electoralistas. Nadie es capaz, en éstos momentos, de predecir qué pueda acontecer tras ese fronterizo 15 de junio.

Pero un punto importante aparece contenido en la nota oficial que ayer distribuyó el director del INE. No es otro que el reconocimiento de la potestad del Instituto para publicar los datos de aquellas estadísticas que en su seno se elaboran, al amparo de la vigente ley de Estadística. Quiere ello decir que los datos relativos a la evolución del Indice de Precios al Consumo pueden ser, en cualquier momento, facilitados, sin necesidad de contar con el beneplácito del Gobierno, que parece interesado en retrasarlos.

Los datos de marzo están ya elaborados -ver EL PAIS del 21 de mayo- y los relativos a abril estarán listos a principios de Ia próxima semana. También en esos días los datos provisionales de enero y febrero podrán ser considerados definitivos. ¿Los difundirá el Instituto o, como hasta ahora, los retendrá algún otro ente administrativo?

En cualquier caso, el último perjudicado por todos estos hechos será el pueblo, la sociedad, que en la víspera de decidir sobre su futuro ignora el grado de inflación que padece la economía española como consecuencia de la acción de sus sucesivos gobernantes. Unos de los cuales -los actuales- se presentan como opción en las inminentes elecciones.