La Comisión de la CEE rechaza una acusación de "dumping" contra España

La Comisión Ejecutiva de la Comunidad Económica Europea ha rechazado las acusaciones presentadas por Francia contra España por práctica de dumping (exportaciones realizadas a un precio inferior del que usualmente se utiliza en los mercados interiores) en las exportaciones españolas de acero, madera y papel.La Comisión respondió así a una interpelación de un parlamentario europeo que se había hecho eco de la denuncia del empresariado francés sobre la concesión en España ele ayudas fiscales para sus exportaciones de los productos citados.

Los empresarios habían solicitado de la CEE la introducción de derechos compensadores antidumping para proteger a la economía francesa de la competencia española en esos sectores.

La interpelación de M. Caillavet, miembro del Parlamento Europeo, puede enmarcarse en lo que se denominaría guerra fría de los empresarios franceses contra las importaciones de ciertos productos españoles, entre los que sobresale especialmente el siderúrgico.

En numerosas ocasiones, no sólo Francia, sino también Gran Bretaña, han acusado a España de exportar productos siderúrgicos a precios inferiores a los utilizados en el mercado español, acusación que los siderúrgicos españoles han negado reiteradamente, aunque han debido aceptar las medidas proteccionistas adoptadas por, el Reino Unido en este sentido.

En los últimos meses, es Francia, y más concretamente el patronato francés quien ha iniciado una campaña contra las exportaciones españolas basándose en que nuestro país alcanzó un ficticio superávit en la balanza comercial con Francia durante 1976, después de un crónico y real déficit.

Sin embargo, y a pesar de que el sector siderúrgico español continúa negando las reiteradas acusaciones de prácticas irregulares, el hecho es que los países comunitarios, en mayor o menor medida, acrecientan su capacidad proteccionista.

El interés de la CEE en los actuales momentos reside en conseguir una serie de acuerdos con diferentes países con el fin de que éstos autolimiten las exportaciones siderúrgicas. El problema consiste en fijar la cifra límite exportable por cada país, punto este sobre el que no parece fácil llegar a ningún acuerdo, aunque sí existe plena conciencia por parte española de la necesidad de limitar sus exportaciones a la CEE.

En opinión de los expertos consultados por EL PAIS, la situación que se está creando por las constantes acusaciones de dumping lanzadas principalmente por empresarios franceses, ahora, y británicos, antes de que impusiesen restricciones a las importaciones procedentes de España, no es sino un intento de combatir con todos los medios la crítica situación que la industria siderúrgica de estos países están atravesando.