Secuestrado el embajador de El Salvador en Guatemala
El embajador de El Salvador en Guatemala, coronel Eduardo Casanova, fue secuestrado en la noche del pasado domingo por un denominado «Ejército Guerrillero de los Pobres».
Ocho hombres en dos vehículos asaltaron al embajador y su esposa cuando el matrimonio Casanova se dirigía, desde su residencia hasta el centro de Guatemala. Los secuestradores interceptaron el paso del vehículo en que viajaba el embajador y tras encañonarle le introdujeron en uno de sus automóviles dándose a la fuga, tras dejar a su esposa en libertad.
Aparentemente relacionado con este secuestro, se ha informado sobre la desaparición de Narciso Casanova, sobrino del embajador y secretario particular del presidente salvadoreño, Arturo Armando Molina, que se encontraba de visita en Guatemala.
Las primeras noticias que se tuvieron del grupo, tras el secuestro, llegaron ayer, cuando el «Ejército Guerrillero de los Pobres» anunció la colocación de una bomba en una entidad bancaria de la capital guatemalteca. Tras la evacuación de los 150 empleados, la policía y los bomberos procedieron a registrar el edificio sin que se pudiera encontrar ningún objeto sospechoso, lo que se interpreta como un deseo de los secuestradores de mantener el estado de alarma que reina en el país tras el secuestro de Casanova.
Poco después, el «Ejército» envió un comunicado al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Antonio Ortiz Mena, en el que se decía que Eduardo Casanova sería puesto en libertad si se leía su comunicado ante la XXVIII asamblea anual de gobernadores del BID, que se reunió ayer en Guatemala.
Con vistas a recuperar al embajador salvadoreño, Ortiz Mena leyó el comunicado, cuyo texto había sido repartido anteriormente al resto de los representantes del BID.
