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Conferencia " Norte-Sur" en París

Hacia un compromiso formal entre países ricos y pobres

«Esperamos llegar a resultados concretos y positivos, dijo Louis de Guirringaud, ministro francés de Asuntos Exteriores, en su discurso de bienvenida a los veintisiete jefes de delegaciones de países industrializados y en vías de desarrollo que, durante tres jornadas, intentarán definir las reglas de un «nuevo orden económico internacional» en París. «Hasta ahora ha habido muchos discursos y pocos resultados», replicó Jainshid Amuzegar, ministro de Estado iraní. Tales son las dos coordenadas en que se mueve el «diálogo Norte-Sur» entre países ricos y países pobres. Existe un deseo de llegar a un compromiso, pero el grupo de países en vías de desarrollo no se conformará con buenas palabras. Quieren hechos.

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El acto de apertura de la Conferencia para la Cooperación Económica Internacional (CCEI), popularizada bajo la denominación de «diálogo Norte-Sur» se celebra en el Centro Internacional de Conferencias de la avenida Kleber, en la capital francesa. El jeque Ahmed Yamam , ministro saudita del petróleo y «hombre fuerte» de la OPEP; Abdelaziz Buteflika, ministro argelino de Asuntos Exteriores y Cirus Vance, secretario norteamericano de Estado, centraron la atención de cameramans y fotógrafos, en la primera sesión de la conferencia.Al margen de los protocolarios discursos pronunciados en la mesa triangular de la sala de reuniones, donde se instalan el grupo de los ocho industrializados -España entre ellos- el grupo de los siete países en vías de desarrollo, productores de petróleo y el grupo de los doce representantes de Estados en vías de desarrollo sin recursos energéticos, los expertos prepararán un documento de 147 páginas que para la noche del miércoles, deberá aportar las directrices marcadas por el encuentro ministerial del «diálogo Norte-Sur».

"Entierro de primera"

Aunque todo parece indicar que nos dirigimos hacia un compromiso formal, algunos países del bloque de países en vías de desarrollo, no dudan en calificar el «diálogo Norte-Sur» en su fase final, como «entierro de primera». Temen que, como en otras ocasiones, las promesas de los países industrializados no lleguen a convertirse en realidad.Cyriís Vance, secretario norteamericano de Estado, insistió en la necesidad de fundar un Instituto Internacional de la Energía que sirva de foro de concertación entre países consumidores y países productores. Parece ser que los «moderados» de la OPEP, encabezados por Arabia Saudita, aceptarán tales propuestas, a pesar de las reservas y oposición de los «duros» de la Organización de Países Productores de Petróleo, como Argelia e Irak, que desearían mantener su veto a toda concertación energética, mientras los países consumidores industrializados no acepten la idea de revisar periódicamente los precios del petróleo, en función de la subida de precios de los productos manufacturados.

Los tres pilares de la cooperación que espera montar la sesión ministerial del «diálogo Norte-Sur» se basan en una cooperación técnica de los países industrializados hacia los países en vías de desarrollo, utilizando los excedentes monetarios de los países productores de petróleo.

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Fondo de estabilización

Se da casi por seguro de que habrá una continuación del«diálogo Norte-Sur» en contra de lo inicialmente previsto en los foros internacionales especializados, como el FMI, BIRD, UNCTAD y GATT.Si en energía se prevén instituciones ad hoc, las mismas sólo podrán realizarse si hay un paralelismo para discutir del conjunto de problemas entre países en vías de desarrollo, productores de materias primas y países industrializados.

Se sabe que Estados Unidos acepta el principio de crear un «fondo de estabilización» destinado a cubrir a los países productores de materias primas del Tercer Mundo contra las fluctuaciones del mercado internacional. Sin embargo, no se cree que se superen la media docena de productos, «estabilizados».

Ayuda especial

Además de la energía, materias primas y ayuda al desarrollo (para cuyo capítulo podría salir la promesa, una vez más, de destinar el 0,7 del PNB de los países industrializados a la ayuda al Tercer Mundo) otro de los resultados del «diálogo Norte-Sur» será el gesto de «buena voluntad» del bloque de países ricos que concedería una ayuda especial de mil millones de dólares a los países del Tercer Mundo con mayores dificultades de balanza de pagos.Los representantes del grupo del Tercer Mundo presentes en París, acogen con satisfacción el «gesto» de los ricos, sin embargo, consideran que deberían ser más «generosos» y conceder un plazo amplio para el saldo de sus deudas externas.

En definitiva, el «diálogo Norte-Sur», nacido a raíz de la crisis del petróleo de. otoño de 1974, busca soluciones a la crisis pero son, una vez más, los países iridustrializados los que intentan controlarlas.

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