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La British Leyland, acusada de sobornos en el exterior

Juan Cruz

La British Leyland ha sido acusada de pagar sobornos para asegurarse clientes en todo el mundo, y sobre todo en Oriente Próximo. En el año financiero 1975-76 se gastó más de once millones de libras, unos 330 millones de pesetas, para colocar los automóviles que produce gracias a la ayuda de sus agentes extranjeros. Entre ellos hay ministros de Gobiernos que han colaborado con Leyland y cuyos nombres no han sido revelados por el periódico que ha hecho las denuncias «por temor a las represalias que se podían tomar contra ellos en los países en los que se hallan».

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La British Leyland es la principal industria automovilística británica. De dominio estatal, está controlada por el National Enterprise Board (NEB), el equivalente del INI español. Las revelaciones sobre los sobornos suponen una grave preocupación para el Gobierno laborista. Según el Daily Mail, el diario que ha hecho las revelaciones, el presidente del consejo de administración del NEB conocía las actividades corruptoras de la empresa estatal, aunque el NEB niega tal hecho.Para acusar a British Leyland, el Daily Mail ha usado documentos «confidenciales y secretos» de un alto ejecutivo de la compañía, destacado en su división internacional, y otros textos que son igualmente comprometedores para el organismo que el Gobierno emplea para controlar a las empresas nacionalizadas.

Se deduce de la información publicada que para el presente año financiero, British Leyland a la que ya se compara con la Lockheed americana, tenía prevista una inversión de cerca de veinticinco millones de libras, exactamente el doble de lo que se gastó en el año inmediatamente anterior para hacer más atractivas sus ventas. Según el Daily Mail, para evitar problemas el dinero de los agentes especiales se colocaba generalmente en bancos suizos o en Lichtenstein, o bien se entregaba personalmente a los implicados.

Estas denuncias resultan aún más embarazosas porque se producen días después de que el presidente Carter de Estados Unidos, y los restantes líderes del mundo occidental, entre ellos el primer ministro británico, firmaran en Londres una declaración en la que pedían legislaciones estrictas a nivel internacional para evitar actividades irregulares de bancos y empresas multinacionales.

El Daily Mail ha hecho sus denuncias cuando los propios ejecutivos de la Leyland estaban sometiendo a revisión sus pagas extraordinarias, para evitar casos de acusaciones similares a las que se venían produciendo contra otras grandes empresas del mundo.

Pero lo más embarazoso para el consejo de administración de la Leyland es que en este instante es el Gobierno el que investiga sobre las dificultades de la empresa, cuya financiación estatal se había puesto en cuestión recientemente a causa de la incertidumbre industrial.

De todos modos, el propio Gobierno está implicado en las denuncias porque según una carta del presidente del NEB, cuya autenticidad él desmiente, el ministro de Industria estaba al tanto de lo que pasaba en la Leyland.

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