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Aumentan los disturbios en todo el País Vasco

Dos nuevas personas han resultado muertas en las últimas horas de la noche de ayer en el País Vasco. A las nueve de la noche ingresó cadáver, en el Hospital Provincial de Navarra, un joven que presentaba impacto de bala en la nuca. Alrededor de la media noche, en la autopista Bilbao-Behovia, fallecía uno de los empleados de la autopista, al ser atropellado por un automóvil que venía a gran velocidad, cuando el empleado intentaba quitar una barricada colocada en la calzada de dicha vía. Asimismo, a lo largo de la jornada hubo paro total en las industrias de Guipúzcoa y Vizcaya, enfrentamientos y barricadas en numerosas localidades del País Vasco, siendo internadas en diversas clínicas numerosas personas heridas de gravedad. La muerte del joven navarro aparece confusa y, según fuentes oficiosas, el Gobierno Civil de la provincia prepara una nota oficial para esclarecer los hechos.

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Paro total
Enérgica represión
Paros
"Ikurriñas" enlutadas

Al malestar y repulsa originados en Rentería por los sucesos acaecidos durante la jornada del jueves (con balance de un muerto y varios heridos graves por heridas de bala) se sumó ayer un nuevo motivo de indignación popular, tras la violenta disolución que la Guardia Civil hizo de una asamblea pública celebrada en la mañana de ayer, en la que se registraron tres nuevos heridos.Rentería vivió ayer una jornada marcada por el miedo y la violencia. En los balcones de un gran número de calles se había prendido el crespón negro sobre la ikurriña. Desde primeras horas de la mañana, industrias y comercios de la localidad y alrededores permanecían cerrados. La gente temía salir a la calle por el miedo de ser sorprendidos por las frecuentes carreras o disparos de pelotas de goma que, sobre grupos pequeños, hacían las fuerzas de la Guardia Civil.

Numerosas personas se acercarían durante todo el día de ayer hasta la avenida de la Gloriosa Navarra -a la altura del cine Alameda (antiguo Batxoki)-, en donde cayó herido de muerte Rafael Gómez Jáuregui. En la pared, en la que pueden contabilizarse hasta cinco impactos de bala, aparecían, escritas esta mañana las siglas de ETA. En el suelo, sobre una mancha de sangre, se había instalado un túmulo, compuesto por ramos de flores y una ikurriña, que fue retirado varias veces por la fuerza pública, que disolvía sistemáticamente las concentraciones que iban produciéndose en el lugar.

A la una menos cuarto de la tarde, 2.000 personas se habían concentrado en la plaza del Ayuntamiento con el propósito de celebrar una asamblea pública en la que, entre otras cosas, iban a configurar una comisión investigadora de los hechos ocurridos entre el jueves y el viernes. Diez minutos más tarde aparecerían por las calles de acceso a la plaza varios jeeps de la Guardia Civil, que, con los coches y abundante material antidisturbio disolvieron inmediatamente el acto con gran dureza. Por momentos cundió el pánico entre la población, que corrió a esconderse bajo los coches, en los portales o donde buenamente pudo. Al retirarse la Guardia Civil, la plaza y calles adyacentes aparecían sembradas de paraguas, zapatos y prendas. Del suelo se retiraron tres jóvenes heridos. Dos de ellos -lesionados por impactos de pelota de goma-, Ignacio Lerchundi (traumatismo craneal) y Alfonso Salar (traumatismo costal), fueron dados de alta en la residencia de la Seguridad Social de San Sebastián, mientras que quedaba en observación Carlos Arbizu, que sufre traumatismo craneal, producido por un culatazo.

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Grave conmoción en todo el País Vasco

Viene de la primera páginaA partir de ese momento, las barricadas y los disturbios se prolongarían en Rentería durante toda la jornada, en la que no dejaron de oírse las sirenas de los jeep y las detonaciones de las pelotas de goma, los botes de humo y ráfagas de fusil ametrallador. Todos estos ingredientes daban a la localidad un clima imponente y tenso.

A la hora de redactar esta información, todavía existían muchas lagunas en torno a las circunstancias que rodearon a los hechos habidos en la zona de la Alameda y en la plaza del Ayuntamiento, desde las ocho menos cuarto a las ocho y media del jueves.

Según las versiones más generalizadas a nivel popular, eran las ocho menos cuarto de la noche cuando se produjo el incidente que provocó la muerte de Rafael Gómez Jáuregui. En la zona de la Alameda de Gamón no había en ese momento incidentes. En la misma paseaban una serie de personas, entre ellas Rafael Gómez. En un momento determinado, un par de jeep irrumpieron en el recinto, a la altura del kiosco. De los vehículos saltaron miembros de la Guardia Civil, que dispersaron a los presentes con material antidisturbio y fuego real. Rafael Gómez -según se asegura en diferentes versiones de testigos- fue abatido desde el cercano puente del Panier Fleurí -sobre el Bidasoa- por una ráfaga de fusil ametrallador. Los impactos de bala en la pared sobre la que cayó muerto Rafael Gómez estaban ayer a la vista del público.

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