El Este dará una respuesta común sobre derechos humanos en Belgrado
La conferencia de representantes de los partidos comunistas europeos, por iniciativa de la revista Problemas de la Paz y el Socialismo, que se inicia hoy en Praga, tie ne como finalidad, según un despacho del periódico yugoslavo Politika, la de concertar una argumentación común de los PC eurorientales en el problema de los derechos humanos y presentarla en la conferencia de Belgrado del próximo 15 de junio.La reunión de Praga se ve como la continuación de la que secelebró en Soria, los días 2 y 3 de marzo, a la que asistieron exclusivamente representantes de las tendencias más duras en el interior de los partidos comunistas eurorientales, como el checoslovaco Vasil Bilak y el soviético Boris Ponomarev.
Aparte de las discusiones en torno a la «cesta número tres» de los acuerdos de Helsinki, que hace referencia al respeto de los derechos humanos, los representantes de los partidos comunistas presentes en la capital checoslovaca tratarán de diversas cuestiones de organización. Dado el carácter dogmático que tienen los últimos discursos y artículos oficiales en la Europa del Este, cuyo último exponente fue el discurso conmemorativo del nacimiento de Lenín, pronunciado el pasado sábado por el secretario del PCUS, Mijail Zimianin, se especula con una eventual crítica a las posiciones de ciertos partidos comunistas de la Europa occidental, que están representados en esta reunión.
Entretanto, la prensa soviética ha iniciado una campaña propagandística sobre la próxima conferencia de Belgrado, siempre defendiendo el punto de vista de la URSS, según el cual los 35 países asistentes deben preocuparse más por continuar la política de cooperación y distensión, que no de hacer un balance de lo logrado en los dos últimos años, desde el verano de 1975, fecha de la «cumbre» de Helsinki.
El punto de vista soviético es comprensible, partiendo de la base de que las «cestas» números uno y dos de los acuerdos de la capital finlandesa son las que recogen la necesidad de desarrollar la cooperación entre los Estados, mientras la número tres, la que se refiere a los derechos humanos, pertenece según el criterio de Moscú, a la ejecución personal de cada Estado, considerando una injerencia cualquier intento de mezclar la tercera «cesta» con el resto de los acuerdos, como ayer volvió a repetir la agencia oficial soviética Tass.
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