Los valientes cazadores
Leí hace días el reportaje de Ramón Sanchez Ocaña, publicado en su diario, sobre las cacerías de leones en el Safari Park de El Quexigal. Me quedé anonadado. Hace unos días fue la matanza de gamos de Riofrío; hoy, esto. Me siento lleno de vergüenza ante las barbaridades que cometemos en este país con los animales. Actualmente no hacemos más que hablar de la democracia, partidos políticos, integrarnos en Europa, etcétera. Pero, ¿cómo es posible que aspiremos a estas y otras metas parecidas, si somos como salvajes?
Que nos den educación, cultura, aprendamos a amar a los animales, y cuando estemos civilizados, cuando no quememos perros, matemos gamos a palos, incendiemos los bosques y asesinemos leones a sangre fría, pues entonces podremos decir orgullosamente que estamos a nivel europeo.
¡Ah!, se me olvidaba: Mi enhorabuena a estos intrépidos «cazadores» de leones que han tenido que afrontar tan grandes riesgos haciendo honor a su condición de machos ibéricos, para poder colgar la cabeza del rey de la selva encima de su chimenea.
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