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Mesa redonda sobre los oficios teatrales

El autor, el director, el actor y el escenógrafo como oficios teatrales fueron comentados por Ramón Gil Novales, José María Morera, Enriqueta Carballeira y J. A.Cidrón en el seminario sobre El teatro español durante el franquismo, que se celebra en el Instituto Alemán, coordinado por Juan Antonio Hormigón.Ramón Gil Novales, dramaturgo, partió de la situación de vacío teatral creado en la posguerra, «donde ascienden a la categoría de glorias unos autores con obras donde repiten viejos temas; por audacia o locura se escribe también otro tipo de teatro que no se estrena». Centró las dificultades de autor en la censura, con sus fluctuaciones y derivaciones, y en la postura de los empresarios, que programan las obras con un criterio económico de cara a su clientela burguesa. «No se hace un autor si se le niega la enseñanza del escenario. El nuevo teatro con ansias de renovación se pudo conocer sólo a través de los grupos de teatro independiente.»

José María Morera, director, con base en testimonios de Dionisio Ridruejo, situó el fenómeno cultural del teatro en el contexto político. La figura del director se incorpora una vez pasada la primera época de la autarquía, cuando acceden jóvenes directores que sustituyen a los actores de fama. Se refirió a la censura como furibunda tutela y potencia castradora.

Sobre el mito y la realidad del trabajo del actor, intervino Enriqueta Carballeira. «Los actores se han visto portavoces de una cultura ajena a ellos. La incultura, la desidia, la marginación, la desunión, ha sido la realidad del mito de los actores y actrices en estos años. Somos trabajadores de un bien público y han sufrido las mismas injusticias que los demás trabajadores. Fascismo y capital la han convertido en una profesión amorfa y paciente. El actor debe ser siempre transformador de su realidad.»

La situación del espacio escénico fue tratada por el escenógrafo J. A . Cidrón. «Durante esta época, la escenografía ha sido el envoltorio de un producto a vender. No existen condiciones para hacer un trabajo de creación, dirigido a la sociedad. Para ello es necesario un planteamiento diferente, con talleres para la investigación en los distintos campos de la construcción teatral.»

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