El grupo Baader-Meinhof denuncia a dos ministros del Gobierno alemán
Los acusadores se han convertido en acusados en el proceso que se sigue a los miembros de la organización Baader-Meinhof. Los abogados de los inculpados han presentado formalmente sendas denuncias contra los ministros de Justicia y del Interior del estado de Baden Wuertenberg, considerando que ambos han violado las leyes vigentes al ordenar el control de las conversaciones entre detenidos y abogados en la cárcel de Stuttgart. Al mismo tiempo, los abogados han conseguido un nuevo aplazamiento de las sesiones ante el tribunal de esta ciudad, «por falta de garantías legales».
La espiral que amenaza estrangular al Gobierno va ampliándose: se han descubierto nuevos casos de escuchas policiales en Baviera y en Renania Palatinado, land este último que preside el líder de la Democracia Cristiana, Helmut KohI..A pocas horas de que Kohl declarse que «en ningún estado democristiano se habían registrado conversaciones entre detenidos y abogados», el portavoz del Gobierno federal confirmaba el informe del semanario Quick, según el cual la policía bávara había registrado una conversación telefónica entre el terrorista Pohle, implicado en. el secuestro del jefe de la Democracia Cristiana berlinesa, Lorenz, en marzo de 1975, y uno de sus abogados defensores. Poco después; trascendía que en el propio estado del señor Kohl se había registrado otro caso.
Ambas acciones se decidieron en una reunión en la que tomaron parte políticos del Gobierno y de la oposición, entre ellos los ministros federales del Interior y de Justicia, Maihofer y Vogel, respectivamente.
Reunión de dirigentes con Schmidt
Otra reunión, muy distinta, al parecer, es la celebrada ayer, martes, a primera hora de la mañana, por los máximos dirigentes de los partidos y las fracciones parlamentarias, el canciller Schmidt y los dos ministros federales implicados en el asunto. A la sesión siguió un hermético silencio sobre lo tratado. Tan sólo ha trascendido que el ministro Maihofer ha presentado un amplio informe sobre los casos de control policial en todo el país, lo cual desmiente por sí solo al propio titular del Interior, empeñado hasta ahora en negar la proliferación del fenómeno.Entretanto, Schmidt insiste en que «no ve motivos para que se produzcan dimisiones».
Mientras tanto, la sicosis de espionaje crece por momentos. Los correos federales han advertido a los radioaficionados que no deben interferir en los circuitos telefónicos, y a los ciudadanos en general, les han recordado que tendrán un desagradable encuentro con la ley si emplean determinados elementos técnicos para colarse en la intimidad del vecino mediante la escucha de sus conversaciones. Confianza se deteriore aún más en la calle, por casos reales o supuestos cuya iniciativa parte del poder estatal, una comisión de juristas de la RFA ha presentado ante la Comisión de Derechos Humanos de Estrasburgo un dossier sobre las escuchas policiales y la petición de que se presione en favor de la abrogación de la ley de 1968, por la que se deja al Gobierno un resquicio intervencionista en materia de inviolabilidad de la correspondencia y de las conversaciones telefónicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.