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Pistoleros de la extrema derecha sembraron el terror en Madrid

Pasadas las diez y media de la noche del lunes 24 de enero tenía lugar en Madrid lo que en el extranjero se calificaría como el suceso más grave del posfranquismo: el ametrallamiento del despacho de abogados laboralistas, sito en la calle de Atocha, 55, reivindicado al día siguiente a través de una llamada telefónica a la delegación de Cifra, en Barcelona, por la organización de extrema derecha Alianza Apostólica Anticomunista de España.Los primeros momentos fueron de gran confusión y no se conocía ton exactitud el número de víctimas, sin embargo, esa misma noche se pudo confirmar la muerte de Luis Javier Benevides Orga, Enrique Valdelvira y Angel Rodríguez Leal. Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo fallecerían al día siguiente. El balance del atentado: cinco muertos y cuatro heridos.

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La Jefatura Superior de Policía de Madrid facilitaba, poco antes dé las tres de la madrugada del día 25, una nota oficial.

Al día siguiente del suceso, Alejandro Ruiz Huarte, superviviente del atentado y el único herido de forma leve, hacía sus peimeras declaraciones a la prensa sobre los acontecimientos. Según este abogado, una vez concluidas las habituales consultas de trabajadores, y como es costumbre todos los lunes, se reunieron en el citado bufete ocho letrados para tratar asuntos propios de su trabajo. Pasadas las 10.30 de la noche, irrumpieron en el hall del despacho dos individuos jóvenes armados que conminaron al recepcionista, Angel Rodríguez Leal, junto con los abogados que se encontraban en otras dependencias, a concentrarse en una de las salas, donde se encontraban gran parte de los abogados convocados a la reunión. Mientras uno de los dos terroristas, con su arma, amenazaba a los presentes, el otro procedió a arrancar los cables telefónicos del despacho. En este intervalo, el individuo que vigilaba a los presentes en el bufete, les preguntó: «¿Sabéis dónde está Navarro?» a lo que los amenazados contestaron no conocerle. Mientras uno de los terroristas registraba un despacho contiguo se le disparó el arma que portaba y suponen se puso nervioso. A continuación volvieron a preguntar el paradero del hombre que buscaban y al recibir la misma respuesta, dispararon a bocajarro sobre las nueve personas que cayeron unas encima de otras. Cuando estaban caídos, volvieron a descargar nuevamente varias ráfagas y se marcharon.

Repulsa unánime

El miércoles 26, unas 100.000 personas convergieron hacia el Palacio de Justicia, donde quedó instalada a la una de la tarde la capilla ardiente de tres de las víctimas del atentado. En un clima de sereno dolor, decenas de miles de personas desfilaron ante la capilla ardiente o se congregaron en los alrededores. Ese mismo día, alrededor de medio millón de trabajadores participaron en toda España en la «jornada de luto» convocada por la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS) a raíz de los hechos ocurridos en Madrid los días anteriores: asesinato de Arturo Ruiz (día 23), muerte en manifestación de María Luz Nájera (día 24) y atentado de la calle de Atocha (día 24).Ayer, de acuerdo con lo dispuesto en la ley de Secretos Oficiales, el Ministerio de la Gobernación procedió a cancelar la clasificación de materia reservada en lo que se refiere a las noticias, comentarios e informaciones sobre la muerte de los abogados laboralistas ocurrida el 24 de enero pasado.

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