La Democracia Cristiana se une en torno a Helmut Kohl

La Democracia Cristiana de la RFA, que cuenta con 650.000 afiliados, ha concluido su congreso anual en Düsseldorf, reafirmando su línea tradicional y cerrando filas en torno a su presidente, Helmut Kohl. Con todo, esta formación conservadora no ha logrado superar en este congreso la crisis ideológica interior, aunque para evitar agudizarla se ha renunciado a toda crítica de los cuadros dirigentes.La agencia de la RDA, ADN, ha calificado este congreso como «asamblea de la guerra fría». Con la sola excepción de un orador, todos los que han tomado la palabra desde el comienzo de las sesiones el domingo, pasado han insistido en negar la personalidad política de Alemania oriental y en reafirmar que ha de aspirarse incansablemente a la reunificación sobre la base de la RFA. Como invitados especiales han intervenido también veinte refugiados políticos del este europeo, entre ellos el campeón de ajedrez checoslovaco Ludek Pachmann, que acaba de ingresar en la Democracia Cristiana berlinesa.

La intervención más discutida ha sido la del profesor Curt Gasteyger, especialista en política internacional, que ha considerado a la RDA como un «Estado parcial alemán» y ha pedido que se reconozca a este país como una «realidad con la que habrá que vivir y tratar».

El profesor Gasteyger está convencido de que este reconocimiento significaría una desvinculación sensible de la RDA respecto de Moscú, ya que, hasta ahora, la representación exterior de Berlín no tiene más remedio que apoyarse en las gestiones del Ministerio de Asuntos Exteriores soviético. El congreso ha rechazado por unanimidad la tesis.

Durante el congreso se ha evitado toda confrontación interior. Reflejo de esta postura de principio fue la elección de secretario general y de primer subsecretario, nombramientos que han recaído sobre dos miembros de segunda fila, mientras que los otros seis cargos de responsabilidad quedan en manos de los hombres más importantes de la Democracia Cristiana. El presidente del partido, Kohl, ha resultado reelegido por 767 votos a favor, veintisiete en contra y dieciséis en blanco. El propio Kohl ha logrado imponer en los cuadros dirigentes a una mayoría de colaboradores en el Gobierno de su región, Renania-Palatinado. El resto de los delegados han aceptado esta condición tácita como medio de mantener la unidad en el partido, dentro de lo posible. El mismo lema del congreso, «Nuestra responsabilidad, por Alemania», ha tratado de ser un llamamiento a la renuncia de intereses particulares dentro del aparato partidista.