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El Gobierno belga, bajo fuertes presiones sindicales y regionales

Los problemas regionales y económicos provocan una crisis de Gobierno en Bélgica, que podría conducir a la disolución del actual Gobierno presidido por Leo Tindemans y la celebración de elecciones generales anticipadas. A la crisis política hay que añadir la continuación de la respuesta sindical a las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, que originó ayer una ola de huelgas que afectó a más de 400.000 personas, paralizando transportes públicos, enseñanza y empresas en gran parte del país.Desde hace varias semanas el Gobierno de coalición formado por socialcristianos, liberales y un pequeño partido federalista valón, experimentaba graves tensiones en su seno. Los regionalistas del Rassemblement Walon, (Unión Valona, RW) que con su apoyo dan una mínima mayoría parlamentaria al Gobierno, pusieron un ultimátum al primer ministro, Leo Tindemans, para acelerar el proceso de regionalización.

Para mostrar su desacuerdo con las últimas medidas económicas del Gobierno, los senadores valones se abstuvieron de votar en la Cámara las reformas del Gobierno. Tindemans reaccionó destituyendo a los dos ministros del RW del Gobierno, Robert Moreau y Pierre Bertrand.

El RW, que celebrará dentro de unas horas su congreso nacional en Lieja, es casi seguro que retirará su apoyo al Gobierno. Con lo cual Tindemans tiene la salida de formar un Gobierno minoritario, con socialcristianos y liberales, o convocar nuevas elecciones. Para el martes próximo.

Algunos periódicos, como La Libre Belgique, socialcristiano valón, avanzan ya la posibilidad de elecciones anticipadas para el mes de abril, junio o, a lo sumo, octubre. La legislatura normal del actual Parlamento y Senado debería terminar en mayo de 1978.

Los partidos políticos valones critican la actitud de los partidos políticos flamencos. El presidente del RW, Pierre Bertrand, dice que el Gobierno, controlado por los partidos flamencos tras la exclusión de los ministros regionalistas valores, aplica su eslogan Walen buiten (valones, fuera), que originó la crisis lingüística de 1968, centrada en la división de la universidad católica de Lovaina, con una parte en territorio flamenco y otra en territorio valón.

El dilema regionalista de este país, donde las dos grandes comunidades linguisticas, flamencos y valones, tienen igualdad de derechos ante la ley, radica, en el momento actual, en la futura estructuración territorial del Estado. Mientras los flamencos, así como los grandes partidos valones, pretenden una regionalización a dos, los pequeños partidos políticos valones, árbitros de la situación, quieren un federalismo a tres, para respetar la personalidad de Flandes, la Valonia y la aglomeración de Bruselas.

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Los socialistas, en la oposición, contemplan la crisis de Gobierno considerando que. ha llegado el punto final de los equilibrios del Gabinete Tindemans.

Si añadimos los problemas regionales a los socioeconómicos, cuya respuesta origina un periodo de cinco viernes de huelgas sectoriales hasta el 25 de marzo, parece muy difícil que el Gobierno minoritarlo de Leo Tindemans logre sobrevivir a la actual crisis política.

El martes, pues, se conocerá oficialmente la postura de Tindemans. Falta saber si el Parlamento confirmará las intenciones del Gobierno o se declarará en contra.

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