Los sindicatos belgas, fortalecidos en su acción huelguista

Toda la prensa belga destacó ayer la amplitud de las huelgas en dos regiones del país, Hainaut y Flandes occidental, que movilizó a medio millón de personas ante el llamamiento de los sindicatos socialistas demócrata- cristianos.

La huelga, considerada como "un éxito de masa y de disciplina", continuará todavía durante la próximas cuatro semanas. Cada viernes, tocará a distintas provincias del país movilizar a la población en señal de protesta contra la política socioeconómica del actual Gobierno.

El éxito de la primera jornada de huelgas y la disciplina y civismo con que se desarrolló refuerza la postura de los sindicatos ante el poder. Ello no impidió que, también durante la jornada del viernes, el Gabinete que preside Leo Tindemans (socialcristiano flamenco) aprobase, definitivamente, una serie de aumentos considerables en materia de impuestos indirectos.

La gasolina subirá un franco, a partir del 1 de abril, situando a dieciséis FB (veintinueve pesetas) el litro de Super Cigarrillos a cuarenta FB (75 pesetas) y aumentos que oscilan entre el 4 y el 14 % afectarán al teléfono, motocicletas, vinos, neumáticos, hostelería, restaurantes, cafés y otros sectores.

La extensión de las huelgas y la impopularidad del aumento de impuestos indirectos, pueden colocar en una postura difícil a la actual coalición tripartita, formada por socialcristianos, liberales y un pequeño partido regionalista valón, gracias al cual el Gobierno Tindemans obtiene una escasa mayoría en el Parlamento.

Los socialistas, desde la oposición, contemplan el panorama sin demostrar ninguna prisa o interés por provocar una verdadera crisis de Gobierno, que conduzca a elecciones generales anticipadas. Probablemente, prefieren que las medidas impopulares de austeridad las imponga el actual Gobierno.