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El carnaval, una tradición recuperada

Cádiz, tras 40 años celebra sus festejos mas populares

Cuarenta y ocho horas lleva Cádiz con carnaval metido en el cuerpo. La ciudad trimilenana, vanguardia de la libertad y la independencia, recupera una tradición popular, que la dictadura franquista durante cuarenta años, había suplantado por unas fiestas clasistas y turísticas. Hoy vuelve el espíritu carnavalesco a sus dueños y a sus fechas. «La cuestión es pasarlo juncal, sonrían por favor, que la muerte ya vendrá.» Carnaval y en febrero. Adiós a la carne y un largo adiós con antifaz a un tiempo antiguo que prohibió la alegría por decreto.

Ahora que el carnaval está autorizado en toda España, el pueblo gaditano ya había ganado, la batalla. La presión popular ha sido constante en los últimos años, con periódicas polémicas sobre el tema. Desde enero del año, pasado, que coincide con el mandato del alcalde Beltrami, se puso en marcha una campaña con el slogan Carnaval y en febrero. En estos meses se han conseguido la supresión de las casetas, la elección democrática de la reina, la actuación de las agrupaciones carnavalescas por las calles del casco antiguo, las cabalgatas populares y en. coches de caballos, la autorización de los disfraces por las calles, y los bailes de disfraces.Todavía quedan rastros de las antiguas fiestas, pero ya la gestión popular ha roto el monopolio de las decisiones y el programar la alegría. Incluso se había pedido la desaparición del nombramiento de la reina. En los tiempos de las fiestas típicas, cuando dominaban los alcaldes José León de Carranza, inflexible contra todo lo chabacano, y Jerónimo Almagro, procurador del no y siempre no a la ley de Reforma Política, la elección de la reina era la máxima operación política del año. El objetivo era cortejar a los ministerios de Madrid y contentar a las autoridades locales. Desde que se nombra en 1956 la primera reina oficial, se coronan y desfilan, entre otras, Elena Sanz Orrio, María del Pilar Navarro Rubio, Maribel Fraga, Catín Oriol, Sonsoles Rodríguez de Valcárcel, Rosario León, Susaría Mac-Pherson, Carmen Höhr, Casilda Varela, Ana María Portillo y Lolita García Aguyó. También fue reina Beatriz Lodge, hija del embajador norteamericano. La reina del carnaval de 1977 ha sido elegida entre cuarenta candidatas, presentadas por entidades y asociaciones ciudadanas.

A través de los textos de las coplas se puede seguir la historia social y política del país. Ningún acontecimiento o personaje que hayan dominado la vida nacional gaditanos. Este año han vuelto con más fuerza los temas de la España real, sobre todo los problemas de Andalucía la marginada y olvidada. Se pregonan por las calles y se convierten en crónica los temas de la ciudad: el déficit del Ayuntamiento, la situación de los barrios, el paro obrero, la irresistible as censión del Cádiz C. F., el cierre de la catedral, las cuestiones naciona les: la democracia, el referéndum, las elecciones, la visita del Rey, la subida de los precios, las huelgas, las bases extranjeras; así como personajes: Gilmore, Sandokan, Fofo, Don Lurio o Heidi.

Algunas voces ya se han levantado en contra de la politización del carnaval, señalando en voz baja que la política no debe entrar en el mismo. Para esta minoría hay que seguir con las alabanzas de aldea y reciben con fruición la lluvia que no se ha querido perder el carnával, como demostración de continuar las fiestas en el mes de mayo.

La realidad es que Cádiz canta el popurri de-la comparsa Nuestra Andalucía, con música de Libertad sin ira:

"Lo que es urgente 'buscar su bienestar y tener su autonomía. Somos conscientes, y bien lo sabemos su gente, que es una tarea dura que se escuche nuestra voz.Pero estando todos muy unidos no cabe duda lo lograremos. No pedimos ningún lujo: sólo trabajo, un mejor trato y en paz.»

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