Cyrus Vance inicia mañana su gira por Oriente Próximo

El secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, se mostró optimista respecto a las posibilidades de llegar a un acuerdo árabe-isiraelí en el presente año, en vísperas de su viaje al Próximo Oriente, que se inicia mañana, lunes.

Vance, en su primer viaje al exterior como secretario de Estado, visitará durante una semana Israel Egipto, Líbano, Jordania, Siria y Arabia Saudita, para estudiar las posibilidades de un acuerdo de paz en la zona. Especialmente, el nuevo secretarlo de Estado intentará convencer a las partes en litigio de que se sienten en la mesa de las conversaciones de Ginebra, para negociar los términos de un acuerdo definitivo.Al parecer, las conversaciones propuestas por Vance tendrían a Estados Unidos y la Unión Soviética como patrocinadores y se celebrarían entre Israel, Egipto Siria,Jordania y tal vez la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

La presencia de los palestinos en las negociaciones es uno de los mayores problemas a los que tendra que hacer frente en su misión rriediadora Cyrus Vance. Por un lado, parece que la OLP ha moderado sus posturas al respecto y está más abierta al diálogo. Por otro, los países árabes no conciben las negociaciones sin la presencia de una delegación palestina. Pero Israel se niega a reconocer otro carácter que el de grupo terrorista a la OLP, y se opone rotundamente a la creación de un estado palestino junto a sus fronteras.

Entre las posibilidades que se barajan para resolver el problema está la de formar una delegación árabe única, en la que podrían incluirse representantes palestinos. Esto haría posibles las conversaciones, sin obligar a Tel Aviv a un reconocimiento explícito de la OLP.

Otra fórmula que estudia la diplomacia nortearnericana es la de iniciar las conversaciones de Ginebra sin la presencia de la OLP en el lado árabe. Sólo cuando se hubiera avanzado en la negociación se permitiría a los palestinos participar en la fase final de la misma.

Naturalmente, los países árabes deberán presionar sobre los palestinos para que se avengan a estas soluciones, del mismo modo que Estados Unidos tendrá que hacer fuerza sobre Israel. Un arreglo pacífico en el Próximo Oriente se considera como crucial y muy urgente en el Departamento de Estado norteamericano.

Un fracaso en las negociaciones, dicen los más pesimistas, podría significar el inicio de la quinta guerra árabe-israelí y poner al mundo al borde del enfrentamiento atómico, sin contarcon un nuevo embargo petrolífero a Occidente, en el que participaría Incluso Arabia Saudita, pese a sus vínculos con Norteamérica y a su postura moderada dentro del cartel de los productores de petróleo.

Respecto a las bases en que podría asentarse este acuerdo de paz definitivo, los especialistas aseguran que serían prácticamente las mismas que elaboró Zbigniew Brzezinski, actual consejero para Asuntos de Seguridad del presidente Carter, en un informe preparado hace más de un año.

La retirada total de Israel de los territorios ocupados, a cambio de un tratado de paz con sus vecinos árabes y del reconocimiento de fronteras seguras, así como la creación de una entidad palestina en la zona, muy probablemente en la orilla occidental del Jordán y en el corredor de Gaza, eran las líneas maestras de la propuesta de Brzezinski que, inicialmente al menos, no convenció a ninguno de los dos bandos.

Cyrus Vance declaró ayer que confía en que el acuerdo árabe-israelí será una realidad para finales de año. La voluntad negociadora parece ser, en efecto, el denominador común de las partes implicadas en el conflicto. Israel no puede continuar manteniendo su economía de la guerra indefinidamente. Los palestinos, tras la sangría que les supuso la guerra civil libanesa, parecen dispuestos a renunciar a su ideal de echar al mar a los israelíes. Y los países árabes, Norteamérica y la Unión Soviética están interesados también en pacificar definitivamente la zona. Cómo transformar estos deseos en realidad, es lo que intentará pulsar Vance en su viaje.