Nuria Espert

Entre el desnudo glorioso de Nuria y la escenografía ferial de Víctor García, la gente no ha cogido el fondo de la obra, me parece a mí, o sea Divinas palabras.Creo haber contado aquí el otro día que, en cierta ocasión, Nuria me agradeció más un elogio a su belleza que un elogio a su talento, quizá porque la belleza pasa y el talento dura. La belleza pasa, pero no ha pasado, porque el desnudo de las maduras, sobre las cuales he escrito hace poco en otro sitio, es un desnudo melancólico en el que valoramos el estofado renacentista de los años y los desengaños.

-Se desnudan a los cuarenta porque no las dejaron a los veinte -dice el parado. Hele. Eso nos ha pasado a casi todos los españoles. Que nos hemos hecho demócratas a los cuarenta porque a los veinte andábamos (andaban, cuidado) con el pantalón corto del Frente de Juventudes. Rosa Montero le ha preguntado, en este periódico, a Ana Belén, por esas cosas de las que hablan siempre Ana Belén y Rosa Montero, que son dos maravillosas progres. El desnudo de Ana Belén es un desnudo intelectual, como el de Nuria Espert, claro.

-¿Y qué es un desnudo intelectual,jefe? -dice el abrecoches.Intelectual o no, para el hombre que es hombre y es hombre de veras, el desnudo femenino es siempre un delicado trance del corazón y adyacentes, bien se trate de la Venus de Milo, bien se trate de Afrodita Anadiomenes, bien se trate de Ana Belén o Nuria Espert.

-Porque tú eres un machista y un reprimido -me dice el coro de las progres, hechas unas gorgonas.

El desnudo intelectual se diferencia del desnudo de Susana Estrada (que me envía un beso desde su desnudo, entre bomba y bomba de las que le ponen), en que el desnudo de Nuria lo exige o insinúa Valle-Inclán, y el de Susana, no. Pero don Ramón no hubiera tenido ningún inconveniente en llevarse a Nuria a su jardín umbrío

El abrecoches, empero, ha llegado a la síntesis, mientras se come la flor del pelo:

-Desnudo intelectual es cuando la jai se desnuda para decir contratransferencia o alienación burguesa, y destape es cuando la jai se desnuda para decir lo tengo rubio.

Eso es. Como Addy Ventura. Pero vayamos al fondo de la obra, que es lo que nos había traído hasta aquí. El fondo y final de la obra es que un hombre de iglesia, con las divinas palabras -latinas palabras las llamó Pemán cuando la versión de Tamayo-, consigue amansarla horda. 0 sea,.el irracionalismo culto contra el irracionalismo analfabeto. El hipnotismo auditivo de un latín que el pueblo no entiende, pero respeta. Unritual de tribu. Hoy, hasta la Iglesia ha querido renunciar al hipnotismo de las divinas palabras en latín (Cristo, al fin y al cabo, no habló en latín, sino en arameo), y monseñor Lefebvre y el vidente Clemente han visto el peligro que había en eso para los que buscan en la fe un irracionalismo, no una luz.

Ya no se puede, claro, gobernar al personal con divinas palabras. Pero lo que la Iglesia ha renunciado por imperativo de los tiempos, lo ha hecho suyo la política, y durante muchos años hemos estado oyendo aquí divinas -palabras que no entendíamos, desdelos, luceros fundaciones hasta los ábacos de la tecnocracia de Ullastres.

-Buena tesis para Cristino Martos -dice el parado, que no confía para nada en mis dotes, de ensayista..

Divinas palabras de la dernocracia orgánica, de la dictadura, de la tecnocracia. Divinas palabras de la derecha financiera o de la galaxia, iluminada., para amansar o exaltar a la vieja tribu ibérica. Divinas palabras en cuya divinidad ya nadie cree. Y, encima, sin el desnudo clásico y catalán de Nuria Espert.