El Gobierno italiano discute hoy el "pacto social"
Hoy no han salido los periódicos a causa de un paro de los tipógrafos que no se ponen de acuerdo con los editores en la renovación del contrato y el gobierno Andreotti se reúne esta tarde para convertir en decreto-ley el minipacto social entre los sindicatos y los patrones. Mientras seguirá perfilando el plan de austeridad que, después de la cumbre de líderes de los grupos parlamentarios del jueves, tendrá que perfeccionar definitivamente.Al gobierno Andreotti le ha venido apoyo y consuelo de dos discursos políticos dominicales. El más importante ha sido el de Enrico Berlinguer, secretario del Partido Comunista en el Teatro Lírico de Milán, ante unos dos mil representantes de las organizaciones comunistas de las fábricas lombardas.
Berlinguer afirmó que los comunistas no harán ningún gesto irreflexivo que pueda provocar una crisis de gobierno, pero ha advertido enérgicamente que no será fácil recluir de nuevo al Partido Comunista en la oposición. La advertencia va dirigida sobre todo a la Democracia Cristiana, pero también apunta a quienes en el Partido
Socialista, como Giacomo Mancini y Francesco de Martino, verían de nuevo con buena cara una vuelta a un Gobierno socialista-democristiano.
El secretario socialista, Bettino Craxi, ha contestado, a distancia, a Berlinguer en otro discurso dominical, asegurándole que su partido no abrirá la crisis, pero que está disgustado de la lentitud con que procede la Democracia Cristiana en buscar remedio a la situación.
Las ideas fundamentales de Berlinguer consisten en que su partido (el 34,4 % del electorado) no da marcha atrás, sino que aspira a un Gobierno de unidad popular y de solidaridad democrática y que es necesario reforzar las defensas de la economía a través de la austeridad, hacia una sociedad más justa.
El líder comunista ha aprovechado la ocasión para polemizar con sus contrarios: Sí a la comprensión de los disidentes de la Europa oriental, pero no a la ruptura con los países comunistas. Sí a la democracia interna del partido, pero no a las fracciones y corrientes; sí a los conceptos de empresas y comercio en la sociedad socialista, pero no pasar por paladines del capitalismo.
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