El Consejo de Ministros de la CEE estudia las relaciones Este-Oeste
La conferencia de ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, que se desarrolló ayer en Londres, y en la que se trató sobre todo de las relaciones Este-Oeste, tuvo lugar entre grandes medidas de seguridad, en un palacio especialmente preparado para evitar los efectos de cualquier atentado terrorista. Esta reunión tenía programada una duración de dos días, pero terminó a las tres horas y media de conversaciones, sorprendiendo a los informadores.
El tema de la integración de Portugal en la Comunidad Económica Europea fue objeto de una discusión informal que tuvo efecto durante la cena con la que los ministros de Exteriores de los nueve dieron por concluida su primera conferencia de este año. Entre todos intentaron obtener una posición común y quisieron unificar criterios para dar una respuesta única a Mario Soares cuando visite, este mismo mes, las distintas capitales comunitarias.La Comunidad ha estudiado en esta ocasión la posible petición de entrada de Portugal desde el punto de vista de la propia fortaleza interna de la CEE y desde la teoría de que un apoyo de la Comunidad a países como Portugal podría ser decisivo para el proceso democrático de estos Estados. En este marco de intenciones se inscribe la declaración hecha ayer por Crosland acerca de España.
La conferencia que los ministros de los nueve celebraron ayer en Londres es la primera de una serie de cuatro que los responsables de la política exterior de la CEE mantendrán este año, mientras Gran Bretaña sea presidente de la Comunidad. La reunión de ayer, que se acabó antes de lo que estaba previsto en un principio, se celebró, en medio de grandes medidas de seguridad, en un palacio londinense cuyas ventanas estaban provistas de sistemas antibalas y cuyos distintos dispositivos estaban dispuestos para rechazar cualquier atentado de tipo terrorista.
El tema del terrorismo fue discutido en la conferencia. Los nueve han acordado las líneas generales de una nueva convención antiterrorista que complemente la que se acaba de firmar en el Consejo de Europa. Se hará de manera que países como la República de Irlanda no tengan ningún inconveniente en firmarla, dijo Crosland.
El asunto que de modo más amplio se discutió en las sesiones de la conferencia fue el de la cooperación Este-Oeste. Los ministros de los nueve no parecen hallarse muy satisfechos de los resultados que la conferencia de Helsinki ha dado, sobre todo en los países de la Europa del Este. Para complementar esos resultados, los nueve han elaborado un programa común, con el que irán a Belgrado.
Las relaciones de la Europa comunitaria con el mundo árabe, en los planos cultural, político y económico, también fueron sujeto de discusión. En este terreno, la Comunidad ha logrado conseguir una sola voz con la que presentarse ante el mundo árabe cuando el diálogo euroárabe se abra en Túnez el próximo 10 de febrero.
Con satisfacción, Crosland recogió el hecho de que los nueve habían mostrado su apoyo incondicional a la posición que Gran Bretaña viene manteniendo acerca de su conflicto con Rodesia.
Finalmente, los ministros de Exteriores han renunciado a hacer comentario alguno sobre la situación en el Próximo Oriente, aunque se han hecho eco de las favorables perspectivas que existen.
