El deterioro del orden público inquieta al Gobierno de Roma
El presidente de la República, Giovanni Leone, convocó ayer por la mañana a su despacho al jefe del Gobierno, Giulio Andreotti, para examinar la situación del orden público en el país. Con Andreotti acudieron los ministros del Interior, Francesco Cossiga; de Justicia, Paolo Bonifacio, de Defensa, Vito Lattanzio, y del Tesoro, Gaetano Staminati.
Es la primera vez en la historia de la República que el jefe del Estado preside una reunión interministerial dedicada a esta cuestión. Según la constitución, el jefe del Estado preside las reuniones del Consejo Supremo de Defensa. Como jefe de las fuerzas armadas y de la magistratura, es evidente que Leone quiere ahora hacer hincapié especial en el problema del orden público, que el Parlamento discutirá el próximo día 24. En varias ocasiones Leone ha criticado públicamente la actitud permisiva de la magistratura. Se trata en este momento de reorganizar y pagar mejor a los agentes de seguridad, desde la policía a los «carabineros», y de reformar a fondo el sistema carcelario, por el cual hoy los presos entran y salen de las cárceles con una facilidad extraordinaria. Se quiere, en principio, coordinar esfuerzos y potenciar e integrar funciones ya existentes.
Leone, sin embargo, ha querido avalar previamente el plan que el Gobierno Andreotti propondrá próximamente al Parlamento, y ha intentado sobre todo subrayar que se trata de un elemento sustancial para la democracia. El Gobierno mantuvo ya una reunión con los secretarios de los partidos políticos que le apoyan, incluido el Comunista. Las reuniones sobre la situación económica se realizarán a nivel de grupos parlamentarios, a propuesta de la Democracia Cristiana.
