Represión de intelectuales en Checoslovaquia
Un manifiesto a favor de las libertades democráticas en Checoslovaquia, fimado por 240 intelectuales y publicado en la prensa europea con el título de Carta 77, ha provocado en Praga la detención el pasado jueves de cuatro de sus firmantes. Tres de ellos fueron puestos ayer en libertad. El cuarto detenido, el escritor Vaclav Havel fue interrogado de nuevo por los órganos de seguridad después de su liberación y habrá de comparecer ante los tribunales, según medios bien informados de Praga. Las viviendas de Havel, la del escritor Ludvik Vaculik, la del actor Pavel Landosky la del crítico literario Zderick Urbanek fueron registradas en el momento de su detención.Ante la publicación de la denomimada Carta 77, en la que 240 intelectuales checoslovacos se comprometen a luchar por la libertad democrática en su país, el Rude Pravo, Órgano central del Partido Comunista Checoslovaco, volvió a amenazar en su edición de ayer a la oposición en el sentido de que "tendrá que sufrir las consecuencias si pretende obstaculizar el camino del pueblo hacia el socialismo y violar las leyes del Estado socialista".
El periódicose refiere a "diversas cartas escritas a las autoridades checoslovacas, al parecer por encargo de las centrales sionistas y anticomunistas, publicadas en los medios de información occidentales".
La publicación de la Carta 77 en los diarios de París es objeto de gran atención y análisis políticos. Para el periódico izquierdista Quotidien de París podría anunciar una nueva primavera de Praga y afirma que es la "más importante manifestación de oposición desde la caída de Alexander Dubcek en abril de 1969".
Los periódicos señalan entre los autores de la caria a Jiri Hajek, ex ministro de Asuntos Exteriores; Pavel Kohout. escritor: Karel Bartosek. historiador: Milan Huebl, ex director de la escuela superior del Partido Comunista, y a Josefa Slanska y Rudolf Slanska, esposa e hijo de Rudolf Slanska, secretario general del Partido Comunista, ahorcado en 1952 cuando las depuraciones de la era de Stalin.
La difusión del documento de Praga coincide con una creciente intranquilidad en Polonia, Alemania del Este y la Unión Soviética, donde los intelectuales son los exponentes más críticos.
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