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Los regantes de Badajoz, contra la central nuclear de Valdecaballeros

Las comunidades de regantes de las vegas bajas del Plan Badajoz han pedido a la Comisaría de Aguas del Guadiana que no se conceda el desorbitado caudal que las compañías Hidroeléctrica Española, SA, y Sevillana de Electricidad, SA, pretenden conseguir para su proyectada central nuclear de Valdecaballeros.

En el recurso presentado por los presidentes de los sindicatos de riego de las comunidades de Badajoz, Mérida, Talavera la Real, Lobón y Montijo, contra la solicitud de concesión de aguas, indican que el caudal solicitado «ocasionaría enormes perjuicios de carácter general a toda la cuenca del Guadiana y de modo más concreto a los regantes», por lo que formulan su oposición a tal otorgamiento y a la implantación de la central nuclear en la cabecera de este río, que constituye actualmente la mayor riqueza de Extremadura.Aparte de los fundamentos legales que se esgrimen en el recurso como el que se refiere a que el anuncio inserto en el Boletín Oficial de la provincia, de 20 de noviembre, infringe lo dispuesto en el artículo 15 de la instrucción de 14 de junio de 1883, relacionado con el artículo 16 del real decreto de 7 de enero de 1927, a cuyo tenor se tiene que someter a información pública no sólo el proyecto sino todo el expediente de las obras, los representantes de las comunidades de regantes alegan que no se han cumplido otros requisitos como la justificación de la solicitud de aguas, propiedad de los terrenos en que se van a realizar las obras y otros.

Política de hechos consumados

Los recurrentes denuncian igualmente en su escrito a la Comisaría de Aguas «la osadía de que hacen gala las compañías solicitantes al practicar una política de hechos consumados, ya que sin tener la concesión de aguas han empezado en el mes de junio de 1976 las importantes obras para la desviación del cauce del río Guadalupejo, para construir una presa a cuyo fin están ejecutando la ataguía y el dique, como si ya tuvieran en sus manos la concesión, requisito previo a «esas obras ilegales, que implican una alteración del cauce y gran movimiento de tierras, con los consiguientes perjuicios para la zona en que se desarrollan». Por ello, los presidentes de los sindicatos de regantes de las vegas bajas del Plan Badajoz piden a la Comisaría de Aguas del Guadiana que «proceda a paralizar las obras de la ataguía y del dique del Guadalupejo, reservándose dichas comunidades si así no se hace las acciones que les correspondan no sólo por la vía administrativa y civil sino por la penal, contra entidades, organismos, personas implícitas y funcionarios consentidores en la ejecución de las mismas».Con el recurso, las comunidades, de regantes de las vegas bajas del Plan Badajoz adjuntan un informe técnico sobre problemas, riesgos daños y perjuicios que la instalación de la central nuclear de Valdecaballeros pueda originar en toda la provincia.

«Cualquier fallo en los dispositivos de seguridad nuclear y de protección radiológica produciría una contaminación del valle del Guadiana cuya constitución geológica es como una inmensa esponja que luego tardaría muchos años en volverse a descontaminar», dicen los recurrentes.

El informe se hace eco también de los problemas de toda índole que puedan surgir en esta proyectada central, del tipo de BWR de elevada potencia: contaminación térmica, detracción de caudales de agua que en épocas de verano quedaría prácticamente seco el cauce del Guadiana, contaminación radiactiva, incidencias de comercialización e industrialización de los productos agrícolas, posibilidades graves de accidentes, etcétera.

La muerte de las últimas aves de Europa

Por si fueran pocos los problemas aducidos por las comunidades de regantes del Plan Badajoz, contra la instalación de la central nuclear de Valdecaballeros, la Asociación de Estudio y Defensa de la Naturaleza (Aeden) advierte seriamente de que esta zona de los lagos del Guadiana constituye el lugar donde recrían las últimas parejas europeas del águila imperial, real y cigüeña negra, tres especies oficialmente protegidas en España, y en grave peligro de desaparición. Con la instalación de la central nuclear en Valdecaballeros se liquidarían estas especies y se pondrían otras muchas en grave peligro, como las grullas que invernan en los lagos. «Tampoco se ha tenido en cuenta el valor social y turístico de los embalses de García Sola y Orellana», dice Aeden. Paradójicamente, la central nuclear va a instalarse donde ya existía la mancomunidad turística de los lagos de Guadiana.

Autorización pendiente

Según nuestras informaciones, las compañías eléctricas tienen únicamente la autorización previa del Ministerio de Industria para la instalación de una central nuclear en Valdecaballeros. La autorización municipal para llevar a cabo las obras está pendiente de que la comisión provincial de servicios técnicos de Badajoz emita el correspondiente informe. Con esto parece ser que todavía se está a tiempo de interrumpir la instalación de la central nuclear en aquel enclave por los perjuicios generales y particulares que originaría. En Valdecaballeros y Castilblanco, los dos pueblos más directamente afectados por la instalación nuclear, la gente no se muestra muy partidaria de que se lleve a cabo: incluso los agricultores que ya han recibido millones de pesetas por sus tierras (se ha llegado a pagar cuarenta millones de pesetas por veinte y veinticinco hectáreas), se muestran contrarios a la instalación de la central nuclear. Actualmente las obras comenzadas son las de una presa, 145 chalets para obreros y otros tantos para residentes, depuradora de agua y diversos sondeos en las tierras donde se instalarán los reactores.Por su parte, el Ayuntamiento de Badajoz ha acordado pedir al Gobierno que paralice el expediente de la central nuclear de Valdecaballeros, por falta de material de información estatal sobre estos temas. Igualmente advierte que se debe iniciar seguidamente una campaña informativa que exige este asunto de tanta importancia para la provincia más extensa del país.

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