Nace el "Grupo Antipublicitario" en Barcelona
Un elevado número de vallas publicitarias del centro de Barcelona han aparecido, en los últimos días, con diversas inscripciones relativas a la agresividad de los mensajes comerciales que contienen.En los alrededores de las vallas «contestadas» se han encontrado octavillas sin firma, reivindicando la acción. En el texto de las mismas se alude a la «violencia publicitaria tan descarada» y a que «se hace insoportable un capitalismo que necesita de semejante publicidad para sobrevivir». Más adelante se hace mención a que «un grupo de personas que vivimos (malvivimos) en esta ciudada- nos decidimos a manifestar nuestra indignación frente a una situación tan irracional, conscientes de que una acción esporádica como ésta no acabará con la sociedad de consumo de un día para otro, pero intenta sentar un precedente que contribuya a desarrollar un movimiento ciudadano que vea la urgencia de acabar con esta fábrica de necesidades superfluas y artificiales».
Según ha podido saber EL PAIS, la acción ha sido llevada a cabo por un grupo de unos treinta estudiantes de las Universidades Central y, Autónoma de Barcelona. El grupo, aunque no quiere calificarse como tal, ha enviado un comunicado a los medios informativos que lleva la firma de «Grupo Antipublicitario». El comunicado especifica que la acción debía llevarse a cabo con anterioridad al referéndum, pero que no fue posible debido «a discrepancias entre sus miembros». En el texto del comunicado se explica que es absolutamente falso que la publicidad sólo sirva para informar de los diversos productos existentes ayudando así a una elección más libre entre ellos». Finalmente se dice que «creemos que no podemos permanecer impasibles mientras Barcelona se va llenando de anuncios que poco a poco nos neurotizan. Por esto, hemos empezado una lucha contra la publicidad con esta acción simbólica. Proponemos que esta acción no quede en algo esporádico sino que tenga una continuidad por todos los ciudadanos para exigir un ambiente digno en el que poder vivir, o incluso, el derecho a construir nosotros mismos nuestro propio ambiente».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Zelenski y Trump volverán a hablar para alcanzar un acuerdo sobre el futuro de Ucrania
Elon Musk, Jeff Bezos y Amancio Ortega… así cerraron el año los hombres más ricos del planeta
El Gobierno acelera la reforma de la financiación para salvar la legislatura (y apaciguar a los socios)
¿Qué está pasando en Nigeria? Claves del ataque estadounidense contra el Estado Islámico
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































