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La detención del secretario del PCE

El Gobierno italiano, preocupado por la detención

El ministro de Exteriores italiano, Arnaldo Forlani, encargó inmediatamente a la embajada italiana en Madrid de hacerse intérprete ante las autoridades españolas «de la preocupación del Gobierno italiano y de la expectativa de la opinión pública y de las fuerzas políticas que han seguido con esperanza el proceso democrático puesto en marcha en el país».

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Repulsa en diversos puntos de España

Toda la prensa italiana recoge en primera página la noticia de la detención de Carrillo, juzgándola como un alto en el proceso de democratización de las instituciones políticas. Acto grave y antidemocrático (el democristiano Luigi Granelli), un desafío a Europa (secretario socialista Bettino Craxi), desdeñado comentario de Berlinger, secretario del Partido Comunista Italiano, son títulos que sintetizan las diversas reacciones.¿Qué significa todo esto -se pregunta el comentarista de Paese Sera, Mario Galletti-, que Juan Carlos y Suárez admiten ahora abiertamente que su democracia es parcial y discriminatoria, es decir, una burla de democracia?

Clamoroso y difícil de creer, opina el corresponsal de Corriere della Sera, en esta España nueva y predemocrática. Pasa luego en reseña una serie de hechos concomitantes: secuestro de Oriol Urquijo, promesa de amnistía, manifestación de guardias civiles, aplazamiento del encuentro de Suárez con Coordinación Democrática, después de una entrevista de Suárez con los tres ministros militares, aplazamiento de la aministía a febrero o marzo, amenazas de la extrema derecha de una noche de San Bartolomé...

El Comité Italia-España, formado por todos los partidos y fuerzas sindicales democráticos, envió un telegrama firmado por su presidente Pietro Nenni al presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez: «El hecho de la detención de Carrillo y compañeros -dice el telegrama, de tono firme y de pocas palabras- desmiente la afirmación de un nuevo curso político liberal en España. Nuestro comité pide su liberación y en el caso en que fueran injustamente expulsados de España les ofrece hospitalidad. Si fueran adoptadas medidas más injustas, el Gobierno español no debe ignorar que esto volvería a abrir por completo el problema de Europa con España.»

La protesta está firmada por comunistas. democristianos, socialistas, socialdemocráticos y republicanos, además de las federaciones unitarias de los sindicatos y la sindical de trabajadores católicos.

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