Sadat y Assad dialogan en El Cairo

Los presidentes de Egipto y Siria, Anuar el Sadat y Hafez Al-Assad, respectivamente, han comenzado ayer en El Cairo conversariones que pueden ser cruciales para el conflicto árabe-israelí.

Los dos jefes de Estado cuyos países fueron aliados en la guerra de Oriente próximo de octubre de 1973 centrarán posiblernente sus cuestiones en la reanudación de la conferencia de paz de Ginebra.En tiempos recientes. la disputa entre El Cairo Damasco sobre las formas de enfocar el conflicto obstaculizó las relaciones entre ambos hasta que hubo una evidente reconciliación entre los dos mandatarios en el curso de las últimas reuniones acerca de la guerra civil libanesa.

Las diferencias de opinión se han limado sobre todo en el tema de la conferencia de Ginebra. El presidente Al-Assad declaró, en el curso de una entrevista ante los micrófonos de Radio El Cairo que él preferiría que los árabes presentasen en Ginebra una sola delegación en la cual estuviese inclúida la Organización de Liberación de Palestina. Naturalmente. este frente común de los árabes se produciría en caso de que se reanudase la conferencia. Esta delegación incluiría a Siria, Egipto. Jordania y la organización palestina.

La Idea de que los árabes asistieran en una sola delegación común a la conferencia de Ginebra se cree esté destinada a superar las objeciones israelitas v norteamericanas para aceptar la presencia de una delegación de la Organización de Liberación de Palestina a la que los israelitas consideran una «agrupación terrorista».

Por otra parte, dentro del propio bando árabe hay recelos mutuos y hasta odio entre jordanos y palestinos. Estos últimos no olvidan la represion contra sus guerrilleros que dio nombre a una de las organizaciones palestinas disidentes de «acción directa»: «Septiembre Negro».

El periódico oficioso cairota Al-Ahram escribe que las conversaciones entre Sadat , Assad abordarán la cuestión de una estrategia militar unida en el futuro. «tomando en consideración que la única alternativa al fallo de una solución pacífica sería el uso de la fuerza para recuperar lo que ha sido arrebatado por la fuerza también».